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.𖥔 ݁ ˖ ๋࣭ en caso de no haber leído mi fanfic 'cicuta', obviar este one shot⭑˚₊⊹ ࣪ ˖
había llegado el día luego de tanto planearlo.
Mateo y Franccesca tenían que dar la noticia del embarazo.
recién habían pasado dos meses desde aquel positivo en el test, y desde ese día que la pareja no paró de debatir de qué forma iban a decírselo a sus papás. ya tenían varias reacciones aseguradas, ya que los primeros en enterarse que iban a ser papás, fueron sus amigos cercanos. entre ellos, Mayra y Lautaro —quienes pegaron un grito al cielo—, y Delfina. esta última juró haber sentido un bajón de presión.
todos ellos conocían su deseo de ser padres, y es por eso que se alegraron como nunca antes. luego se enteró más gente, como el grupo de amigos del colegio de Mateo, y hasta Marco, hermano de Franccesca, llegó a sospechar algo, como si un instinto cercano se lo haya dicho.
ella prefirió ocultarlo hasta el almuerzo del día de la fecha.
pero ¿por qué esperaron tanto tiempo para decirlo? había una simple y sabida repuesta.
Maximiliano.
el padre de Franccesca atravesaba problemas de salud que logró recomponer a lo largo del tiempo, sin embargo, no estaba en condiciones de recibir semejante noticia sabiendo que él pensaba que su hija aún era "chica" para ser madre. ni siquiera había terminado su carrera universitaria, estando a sólo dos o tres años de recibirse. ya ni se acordaba.
y Mateo tenía miedo por eso. después de años y años de tener una mala relación con su profesor de matemática y ahora suegro, le costaba que le entre en la cabeza que ya no era sólo un simple profesor de matemática. era el abuelo de su futura criatura.
—gordo, ¿ya estás?— preguntó la rubia, asomándose por la puerta de la habitación.
él estaba postrado en la cama y mirando hacia el techo.
—Maximiliano me va a matar— aseguró él.
Franccesca suspiró.
—hace veinte minutos te dije que iban a venir a las doce, y ni siquiera te cambiaste— reprochó ella, ignorando completamente lo que su novio le había dicho.
no sólo que le parecía una exageración, sino que la hacía poner más nerviosa.
—a ver, ¿por qué te va a matar?— habló Franccesca, acercándose a sentarse al lado de él.
es una charla que tuvieron unas tres veces contadas en lo que va del día, es decir, lo hablaron tres veces en dos horas. desde que se levantaron hasta ese momento.
