Estar nuevamente en aquel lugar le traía muchos recuerdos que creía aver enterrado en algún lugar de su corazón. Noah Smith, con su rizos cobrizo y ojos de un verde claro, algunas pecas adornado su palida piel, ponía sus pies nuevamente, con solo 17 años en el aeropuerto Internacional de Toronto. Hacía años que no venía a Canadá pero aquel lugar seguía estando llenó de personas.
Dejó salir un suspiro agotado había sido un viaje tedioso la verdad y solo necesitaba descansar un rato. Para su suerte su tía Olivia y Abigail, su prima, estarían fuera por un rato ya que segun la información dada por la mayor irían en busca de ropa nueva y materiales escolares. Su taxi llegó y por suerte aquel día el tráfico de Toronto no estaba tan apretado.
La casa de su tía a comparación con el apartamento en donde vivía con su padre en Madrid, era bastante acogedora. Al entrar en la casa, como era de esperarse está se encontraba completamente vacía. Se permitió asi mismo darse un pequeño tour por el lugar. El diseño era sencillo, apesar de que la casa era grande no estaba tan repleta de cosas. Olivia tenía un arte innato para decorar, por eso había elegido la carrera de decoración de interiores y en realidad se le daba bien, y él lo comprobaba en este momento.
Se detuvo en la sala, frente a uno de los cuadro que adornaba la sala junto a la ventana. Miró aquella fotografía sintiendo su corazón algo apretado. Una mujer de cabello cobrizo rizado sonreía mientras cargaba aún pequeño niño bastante parecido a ella, a su lado un hombre de estatura mediana que pasaba su mano por detrás de la mujer y sostenía con la otra la mano del niño. Recordó ese día, se veían felices, su pequeña familia de tres siempre fueron felices, apesar de las necesidades siempre lo fueron.
- Ya estoy aquí mamá, lo logre - dejó salir un suspiro, después de decir aquello. Extrañaba la sonrisa de su madre y poder abrazarla
Odiaba la necesidad de tener a alguien cerca por eso evitaba pensar en su madre, por eso dudó en cumplir su último deseo y salir de Madrid...necesitaba a su padre. Decidió dejarlo de lado, hizo su esfuerzo por qué así fuera y buscó su habitación. Por suerte para él tener buena memoria era una de las cosas que mejor se le daba, recordaba a la perfección el caminó a la que ahora sería su habitación.
Pues en si no había cambiando mucho, estaba todo exactamente igual que como la última vez que había estado en ella. Los muebles, la cama, las cortinas y hasta las cremas en el baño estaban en el mismo sitio y eran las mismas que en aquel entonces.
- No quise cambiar nada de lugar - la voz detrás de él lo tomó por sorpresa haciendo que se voltease a ver a la mujer detrás de él. - Hola Noah
Miró a su tía quien estaba en la entrada del cuarto. Olivia era su tía materna, solía visitarla en las vacaciones con su madre y a decir verdad los años la habían tratado bien. Pues su tía tenía alrededor de 40 años y se veía realmente bien para tener esa. Cabello corto castaño, ojos cafés y su piel se veía bastante cuidada, sin duda alguna, Olivia era una mujer hermosa.
- Hola tía - devolvió el saludo y se dedicó a inspeccionar la habitación nuevamente - Se ve bastante bien; y vos también - dijo sonriendo
- Gracias bebé, tú también te ves bien. - sonrió la mujer - ¿Cómo fue tu viaje?
- Mucha gente pero nada además de eso - se elevó de hombros - Pero nada fuera de lo normal
Olivia caminó dentro de la habitación sentándose en uno de los muebles pequeños que había en la habitación. Noah solo siguió sus pasos tocando asiento junto a ella.
- ¿Como está Erick?
- A estado bien, poco a poco va mejorando - dijo tratando de mantener una ligera sonrisa
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Through your gaze
Teen FictionSiempre dicen que para conseguir tus metas debes de luchar y vencer cada obstáculo que se interponga en el camino para llegar a ella. Algunos problemas no tienen soluciones fáciles y aveces la única forma de lograrlo resolver es alejándote. Pero la...