Normalmente, Zee no iba por ahí siendo inoportuna, pero sus ojos se encontraron con una escena tan inesperada cuando sus intenciones nunca fueron pillar a un par de universitarios calenturientos cogiendo en una maldita bodega, para su mala suerte, era la única bodega donde podían guardar las cosas innecesarias.
Zee dio varios pasos hacia atrás y ocultando su cara de sorpresa, consiguió pasar desapercibido por los otros dos. Fue silencioso y cuidadoso para que esos chicos no se dieran cuenta de que alguien los había visto.
El problema no fue encontrar a los dos chicos teniendo sexo, sino quiénes eran ellos.
Los conocía, eran populares en la universidad y aunque no les hablara, sabía de ellos.
El primero era Gulf Kanawut, el gran y genial presidente de la clase 403, el más increíble corredor y capitán del equipo de futbol. Gulf era alguien popular entre los profesores y jefes de grupo. Quien no conociera a Gulf, era un insecto extraño en toda la universidad.
El otro era Mew Suppasit, el gran e impresionante hombre atractivo que tenía a sus pies casi a la mitad de la universidad, Mew había aceptó abiertamente su homosexualidad saliendo románticamente con chicos de la universidad. Maldición, Mew era bastante popular y se ganaba el respeto de los demás, haciendo énfasis en cuestiones como la libertad de expresión y otras mierdas.
¿Pero cual era el maldito problema? ¿Por qué Zee odiaba a Mew Suppasit ahora más que antes?
Simple ¡Zee aún estaba enamorado de su exnovio Saint Suppapong! ¡Precisamente el novio de Mew Suppasit!
Podía sonar como esas estúpidas historias de amor frustrado que a veces se publicaban en revistas para chicas, pero Saint Suppapong y Zee Pruk tuvieron un romance cuando estaban en secundaria.
Zee sabía que la había cagado en grande cuando en esa época fue tan idiota y no pudo admitir que Saint le gustaba, confesando un miedo terrible al qué dirán porque los dos eran hombres. Y ahora pagaba las consecuencias.
¡Maldita sea!... le daba miedo admitir que estaba enamorado a los 16, le daba miedo aceptar que estaba en una relación homosexual con un chico tan lindo. No podría ser tan fácil cuando era hijo único y su padre insistía en hablar de chicas.
Lo jodió todo al decir algo como “No soy gay, no creo que pueda salir con otro hombre durante mucho tiempo” A un chico que se había entregado a él, le habia dado su primera vez, a un chico al que le robó sus primeros besos… a un chico que fue trasparente y se entrego de lleno a ese romance adolescente.
Cuando Zee se dio cuenta que lo mando todo a la mierda por miedo, ya era muy tarde.
Saint había puesto distancia, se cambio de escuela y estudiaron la preparatoria en instituciones diferentes. Hasta que coincidieron en la universidad cuatro años después.
Ambos estudiaban administración, pero estaban en diferentes grupos. No solo eso, sino también en edificios que estaban distanciados entre sí.
Durante el primer año, Zee trató de acercarse a Saint, se preguntaba si lo recordaba, pero las cosas no se le daban bien. Una enorme roca de culpa todavía estaba sobre su espalda y así se le fueron doce meses enteros en los que hizo nada.
Al año siguiente, fue muy tarde, Saint salía con ese fastidioso Mew quien se creía un representante de la libertad de expresión y la diversidad sexual.
Zee terminó por resignarse a que lo suyo con Saint había sido algo pasajero de la adolescencia y que esta vez el castaño había encontrado a la persona correcta. Y que lo ideal era guardar sus sentimientos y hacer de cuenta que nada pasaba, podía sonar cobarde y estúpido cerrar así ese capítulo de su vida, pero no era bueno para salvar algo que él mismo arruinó con sus ideas mas idiotas como el miedo a enamorarse de otro hombre y admitir que era diferente a lo que su familia esperaba de él.
Así se fue un año más, hasta que el destino le puso a ese par teniendo sexo en la bodega. Ese momento fue revelador, tenía información en sus manos. Información importante con la que podía recuperar a Saint, pero había una falla. Mew y Saint, eran esa clase de pareja en la que todo funcionaba perfecto.
¡Ese idiota! ¡Ese maldito! Le estaba viendo la cara a Saint, lo estaba engañando, le era infiel de una forma tan ruin y él ya ni sabía si estaba molesto o emocionado.
Por un lado, odiaba la idea de que Mew pudiera lastimar a Saint, pero, por otro lado, estaba emocionado porque eso significaba que, si ellos terminaban, él definitivamente tendría una oportunidad y esta vez iría con todo lo que tenía, importándole muy poco que Saint no pudiera estar cerca de él ni por dos segundos.
¡¡Hola!!
Espero que estén bien, cuiden de su salud, tomen mucha aguita, se les quiere X💖X💖
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IGUAL QUE ANTES
FanfictionINTRODUCCIÓN A los 16 años Zee había perdido al único chico que le había importado románticamente. Todo parecía haber terminado entre ellos dos, hasta que Zee fue testigo de algo que lo considero como una nueva oportunidad. Después de cinco años el...