Capitulo 1

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Los rayos de luz entraban por la breve apertura de la ventana, iluminando suavemente la habitación. Hoy es viernes, mi cumpleaños número 21. El tiempo pasa realmente volando. Hace 10 años, mi padre murió en un accidente automovilístico. Hace 8 años, conocí a Oliver y Noah. Hace 5 años, empecé mi carrera como influencer. Hace 3 años, llegué a los 50 millones de seguidores. Y hace 1 año… Oliver falleció. He pasado por cosas buenas y malas a lo largo del tiempo, y siempre logré salir adelante, en especial con la ayuda de Noah. Pero después de lo que pasó con Oliver, todo se volvió… diferente.

Me levanté de la cama y me dirigí al espejo. Mi reflejo me devolvía una mirada melancólica, pero también decidida. Hoy, más que nunca, necesitaba encontrar claridad y algo de paz. Noah había sido mi roca durante este último año, pero sabía que también estaba sufriendo. La pérdida de su hermano mayor había dejado una herida profunda en ambos.

Decidí salir a caminar para despejar mi mente. El parque donde solíamos jugar de niños estaba cerca, y me dirigí allí, buscando consuelo en los recuerdos felices. Al llegar, vi a Noah sentado en nuestro banco habitual, con la mirada perdida en la nada.

—Hola, Noah —dije suavemente, sentándome a su lado.

—Hola, Eliette —respondió, esbozando una sonrisa triste—. Feliz cumpleaños.

—Gracias —dije, sintiendo una mezcla de emociones—. ¿Cómo estás?

—He estado mejor —admitió—. Pero estoy aquí, y eso es lo que importa, ¿verdad?

Nos quedamos en silencio por un momento, ambos sumidos en nuestros pensamientos. La razón por la que Oliver murió fue para salvarnos a Noah y a mí. Ese recuerdo era una carga pesada, pero también una fuente de fortaleza.

—Eliette, he estado pensando mucho en lo que pasó —dijo Noah finalmente, rompiendo el silencio—. Y quiero saber si realmente estas bien.

—La verdad que no...—admití, sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos.—Lo extraño.

Justo antes de que rompiera en llanto, Noah se acercó a mí y me abrazó, tratando de darme consuelo. El abrazo de Noah me hacía sentir culpable; sé que él aún está enamorado de mí, pero cada vez que lo veo, recuerdo a Oliver.

—Eliette, está bien llorar —susurró Noah, su voz suave y reconfortante—. No tienes que ser fuerte todo el tiempo.

Me aferré a él, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. Sentía una mezcla de dolor y alivio, como si finalmente pudiera liberar todo lo que había estado guardando dentro.

—Noah, no sé cómo seguir adelante sin él —dije entre sollozos—. Todo me recuerda a Oliver.

—Lo sé —respondió Noah, acariciando mi cabello—. Yo también lo extraño. Pero tenemos que encontrar una manera de seguir adelante, por él y por nosotros.

Nos quedamos así por un rato, en silencio, compartiendo nuestro dolor. Finalmente, me aparté un poco y lo miré a los ojos.

—Noah, hay algo que necesito decirte —dije, tomando una profunda respiración—. Oliver y yo... éramos pareja.

Vi la sorpresa y el dolor en sus ojos, pero también una comprensión silenciosa.

—Lo sospechaba —admitió Noah—. Siempre hubo algo especial entre ustedes dos.

—Sí, y eso hace que todo sea más difícil —dije, sintiendo una nueva oleada de lágrimas.

Noah se limitó a solo acariciar mi cabello, pero aun así yo lo conocía bastante bien; la noticia no le agradó, pero al fin y al cabo, eso ya quedó en el pasado.

—Eliette, sé que esto es difícil para ti —dijo Noah finalmente, su voz apenas un susurro—. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase.

—Gracias, Noah —respondí, sintiendo una mezcla de gratitud y culpa—. No sé qué haría sin ti.

Nos quedamos en silencio por un momento, cada uno perdido en sus pensamientos. La brisa suave del parque nos envolvía, trayendo consigo recuerdos de tiempos más felices.

—¿Recuerdas cuando jugábamos a la rayuela aquí? —pregunté, tratando de cambiar el tema a algo más ligero.

—Sí, claro que sí —respondió Noah con una sonrisa nostálgica—. Siempre eras la mejor en eso.

—Y tú siempre te quejabas de que hacía trampa —dije, riendo suavemente.

—Porque lo hacías —dijo Noah, riendo también—. Pero nunca me importó. Solo quería verte feliz.

Su comentario me hizo sentir una punzada en el corazón. Noah siempre había sido así, dispuesto a hacer cualquier cosa para verme sonreír. Y ahora, aquí estábamos, tratando de encontrar una manera de seguir adelante sin Oliver.

—Noah, quiero que sepas que valoro mucho todo lo que has hecho por mí —dije, mirándolo a los ojos—. No sé cómo habría sobrevivido este último año sin ti.

—Eliette, tú también has sido mi apoyo —respondió Noah, su voz llena de sinceridad—. Hemos pasado por mucho juntos, y sé que podemos superar esto también.

Asentí, sintiendo una nueva determinación crecer dentro de mí. Sabía que el camino por delante sería complicado y confuso, pero con Noah a mi lado, sentía que podría encontrar la manera de sanar.

En ese momento, Noah se inclinó hacia mí y me besó. Sentí una oleada de sentimientos: confusión, enojo, tristeza, todo mezclado en un torbellino de emociones

—Noah… yo… — No sabía qué decir. Noah había hecho tanto por mí, siempre estuvo ahí para mí y… en parte, es culpa mía la pérdida de Oliver.

Noah se apartó ligeramente, su expresión llena de preocupación y arrepentimiento.

—Lo siento, Eliette. No debí haberte besado. No quiero hacerte sentir incómoda ni presionarte.

Sentí una mezcla de culpa y confusión. Noah había sido mi apoyo incondicional, y sabía que sus sentimientos por mí eran genuinos. Pero también sabía que mis propios sentimientos estaban enredados en una maraña de dolor y culpa que podría lastimarlo en algún momento.

—Noah, no es tu culpa —dije finalmente, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Es solo que… todo es tan complicado. Aún estoy tratando de superar lo de Oliver, y no quiero hacerte daño.

—Lo entiendo, Eliette —respondió Noah, su voz suave—. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase. No tienes que sentirte obligada a nada.

Asentí, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que Noah merecía más que mi confusión y mis dudas, pero también sabía que no podía ignorar lo que sentía.

—Noah, tú has sido mi roca durante todo este tiempo. No quiero perderte, y no quiero que te sientas rechazado. Tal vez… tal vez podamos intentar esto, pero necesito que seas paciente conmigo.

Vi una chispa de esperanza en los ojos de Noah, aunque también había una sombra de preocupación.

—Eliette, no quiero que hagas esto solo por mí.

Ya había lanzado el comentario, y aunque dudará, solamente lo lastimaría más si me retractaba

—Está bien… Tal vez así pueda no solo seguir adelante, también nos ayudaremos mutuamente —dije mientras me inclinaba de nuevo hacia él y lo besaba.

Puede que me arrepienta, pero en ese momento, sentí que era lo correcto. Noah respondió al beso con ternura, y por un instante, el dolor y la confusión se desvanecieron, reemplazados por una sensación de calidez y consuelo.

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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