insane; nash grier

d o s

 ☹ jaymes young – i'll be good ☹

capítulo dos

No se sentía como casa, nada se sentiría como casa nunca, pero como sea, lo agradecía.

—Gracias por acogerme aquí, enserio se lo agradezco. —mire al piso nervioso, mordiendo un poco mi labio.

—No hay de qué. —sonrió y hubo unos momentos de silencio incomodo. — Bien. Uh, Veras, tengo una paciente en la sala esperando--

—No, no, yo solo dejo mis cosas y salgo, no quiero ser molestia. —la interrumpí, no sabía que su casa era su consultorio y no me molestaba tanto, solo no quería crear alguna molestia.

—Está bien, te enseñare donde puedes dejar tus maletas y donde dormirás. —sonrió y la seguí hasta la habitación de invitados.

Deje mis cosas encima de la cama y suspire, necesitaba darme una ducha, pero creo que eso lo dejaría para después. Susan camino hasta la sala y yo caminaba detrás de ella con la mirada agachada.

—Lo siento Bella, tenía que dejar sus cosas, en unos momentos reanudáremos la sesión. —dijo Susan a la chica.

—No hay problema. ¿Es su hijo? —preguntó curiosa, y cerré los puños, no podía soportar a una persona tan curiosa y menos si se trataba de mi.

—No, no, es un sobrino, Nash. —aclaró mientras que yo seguía con la mirada en el piso, moviendo mis Vans nervioso.

— ¿Por qué no levantas la mirada eh, "Nash"? —apreté mi mandíbula y la mire, no era tan chica, tal vez tenia la misma edad que yo, se veía muy segura de sí misma, bah, conozco a las de su tipo.

—Isabella... —Susan susurro un poco nerviosa

Cuando se dio cuenta que la mire, se cruzo de brazos y levanto ambas cejas.

— ¿Acaso te importa si lo hago o no?

Conteste a lo cual asintió y me miro a los ojos, note como trago saliva para hablar y baje mi mirada otra vez a mis zapatos.

—Tienes ojos bonitos. —dijo después de unos segundos. —Y tienen un brillito especial que me gustaría saber él porque.

Y otra vez la curiosidad, ¿a caso nunca iba a parar? Tenía que salir de ahí en cuanto antes, no quería causar mala impresión a Susan.

—Gracias. —dije entre dientes y camine hasta la puerta sin decir nada. —Vuelvo después. —avise y cerré la puerta.

Suspire y pensé, a donde podría ir, ¿A dónde iría a concentrarme con mis pensamientos?

Camine por las calles, con las manos en mis bolsillo y tratando de soportar el frio que hacia afuera, era invierno, eso lo sabía, lo que no sabía era que día era. No tenía ningún conocimiento del tiempo ahora mismo.

La horrorosa imagen de Cameron volvió en mi cabeza, ¿Por qué? Tal vez era porque el cielo estaba igual que aquel día, o era que no lo había superado completamente. Estaba muerto, eso lo sabía claramente, aunque lo identificaron como "desaparecido" al final de todo. Y el caso ya había quedado en el olvido porque "probablemente" había muerto, las heridas –que había causado yo– fueron graves según decían los testigos. Dejar el caso en "desaparición" era para dejar todo el problema en paz. Lo cual fue muy bueno, ya que me hizo olvidarlo un poco, aunque no del todo. La cual siempre me acompañaría y lo odiaba.

El había muerto, yo lo había asesinado, recuerdo como la rabia viajaba por mi sangre y como de alguna manera disfrutaba hacerlo sufrir o como yo pensaba hacerlo pagar por un error que sin querer había hecho. El dolor volvió junto con el arrepentimiento y algunas lágrimas se escaparon de mis ojos. Lo quería de vuelta, quería a Cameron de vuelta. Quería a mi mejor amigo de vuelta.