𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁ℴ 2

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— Ora que traes, apa -dice Delia al ver que David se quedó ido-

— Tío, ¿ahora a ti que te pico o que? Porque cada vez que ves al solo creo que intentas recordar a alguien

David sonríe y se acerca a oler a Benjamín.

— Como que no traes conejos, traes unos chivos ahí, ve a darte un baño, la abuela ya tiene el desayuno. Delia ándale tu tambien -dice mientras sonrie y besa la cabeza de su hija-

— Ta bien papá, conste que nosotros nos íbamos a quedar a escuchar tu mal de amores -dice mientras avanza con benja y rien-

Después de que los dos chicos se fueran de aquel lugar. David se acercó a una planta y debajo de ella saco cierto collar y una fotografía. Ese collar se lo dio Marena después de que Adrian le ayudará en su rehabilitación por el accidente que tuvo. La fotografía era la única que tenía con Mar. David sonrió y le dio un beso al collar. Soltó algunas lágrimas. Habían pasado 15 años pero a él le seguía doliendo en lo más profundo de su alma.

 Habían pasado 15 años pero a él le seguía doliendo en lo más profundo de su alma

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En Puerto Palma que fue donde inició toda esta historia. Estaba Leona Bravo, quién es aquella joven que le arrebataron a sus dos hijos, y a quién le quitaron el amor de su familia. Leona había pasado por tanto pero gracias a ciertas personas pudo sobrevivir.

— ¡Mar revuelto! -dice Consuelo y abraza a Leona- ¿Cómo te fue en la isla? ¿Cómo te sientes?

— Consuelo ¿cuántas veces te tengo que decir que no me llames Mar? Y menos cuando estoy tan cerca de iniciar mi misión

— Ya sé que te tengo que decir Leona, pero tampoco hay que exagerar. ¿Aquí quién nos va a escuchar? Nosotros sabemos quién eres.

— Yo creo que es importante respetar sus deseos chelo mía, además el nombre es poético. "Leona Bravo" -comenta Cristóbal mientras todos caminaban por la orilla del mar-

— Yo insisto con que sea un nombre más sutil como "Leonora Bravo" -propone Teo-

— No, Teo. Ella es una mujer valiente y fuerte, además el nombre está bien fregon "Leona Bravo" -dice emocionada itzel-

— Ay, ay, es que yo los amo -dice Leona mientras los abraza a ambos por los hombros- Me encanta verlos crecer. Itzel, Teo. Ustedes tienen prácticamente la edad que tenían mis mellizos

— Bueno, para eso están las familias, Leona. Para orientarnos cuando nuestra brújula no sabe para dónde ir - dice Teo sonriente-

— Teo... Eso sono muy ñoño -dice Itzel riendo- perdón, perdón pero si, los Gómez Domínguez nos nos dejamos ¿si o no?

— Se los agradezco pero ustedes tienen una vida por delante, quiero que estudien, que disfruten, que crezcan. Esta es una guerra que solo me corresponde a mi....-les dice Leona-

— Leona, tu no tienes porque abandonar está familia. Entiendo tu dolor, pero todavía estás a tiempo de arrepentirte. La venganza nunca es buena.

— No es venganza, Consuelo. Es justicia, tu mejor que nadie debería entenderlo. Quiero que los Torrenegro reciban lo que se merecen!

Mi Torrenegro (𝒜𝓃𝒶 𝒥𝓊𝓁𝒾𝒶 𝒯ℴ𝓇𝓇ℯ𝓃ℯℊ𝓇ℴ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora