La sombra del esqueleto

Capitulo 5 -La presa-

Me desperté y sorprendentemente Damian seguía a mi lado. No es lo normal, si se queda a dormir se suele ir de madrugada. Es el líder de la mafia, ¿qué le vamos a hacer?, Se despierta y me mira.-Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?.- El asiente y le sigo hablando.-¿Qué haces en el trabajo, en plan de qué trabajas?.- el me mira serio y separa los labios.-Salvo a mujeres y a niños. Mujeres que están secuestradas y las violan y las pegan, igual que a los niños, mujeres y niños que están obligados a ser víctimas de un ritual. Y a matar asesinos.- Me quedo sorprendida ante su respuesta y lo miro a los ojos, le doy un beso en la mejilla y me levanto, voy en ropa interior pero me da igual, sé que no va a hacerme nada y menos criticarme.-¿No te vas a tapar?.- me pregunta Damian y lo miro sorprendida por que me pregunte eso.- No, estoy en mi casa.- le digo y me sonríe, me meto en la ducha y después bajo a desayunar. Damian se va a trabajar y yo me quedo en casa. Me siento en el sofá cuando un saco me cubre la cabeza y me desmayo. 

Despierto en un sótano con gente con capuchas negras a mi alrededor. Tengo una cinta en la boca y estoy atada a una silla con cadenas. No puedo hacer nada. Solo ver confundida a la gente que me rodea haciendo bailes raros. Una chica se acerca a mi se quita la capucha y sus ojos.. su ojos eran NEGROS. totalmente NEGROS. No entiendo nada. La chica coge un cuchillo y me hace un corte profundo y largo en el pecho hasta la barriga coge 20 vasos y pone sangre en ellos. MI SANGRE. No entiendo una mierda. ¿Es una broma no? grito de dolor cuando me hacen cortes en las piernas y empiezo a desangrarme. Me pegan puñetazos y mi cara queda morada totalmente, escupo sangre y de mi cabeza cae una gota de sangre. En los vasos ponen un liquido negro y después beben mi sangre y el liquido negro. QUE ASCO. Algunos vomitan y otros se lo tragan directamente, esta claro quienes lo han hecho más veces. Me retuerzo de dolor sangrando por todas partes y me vuelvo a desmayar. 

Alguien me quita la cinta de la boca y me agita fuertemente.-SARA, SARA DESPIERTA.POR FAVOR.- Reconozco la voz, Damian. Abro los ojos y se me caen lagrimas de sangre. Damian me quita las cadenas y veo 20 cuerpos en el suelo, todos muertos. Hay otras 40 personas detrás de Damian encadenadas y cada uno tiene su pistola en la mano apuntándose a la frente.- ¿QUIÉN? ¿QUIÉN A PARTICIPADO EN ESTO?.- Grita Damian mirando hacia atrás y 27 personas se disparan y se desploman al suelo. Damian coge su pistola y empieza a disparar al resto de gente.- Da..mi...an.....- digo en un susurro, no puedo ni hablar. Me acaricia la mejilla y sigue disparando hasta que no queda Nadie.-Ya estas a salvo,¿Dónde te han herido?.- Me pregunta y me quito la bata que llevo puesta para dejar al descubierto todo mi cuerpo. A Damian se le salen los ojos de las orbitas y dispara a los 20 que ya están muertos, los del ritual.-HIJOS DE PUTA.- grita y me coge para llevarme corriendo al hospital.

Cuando llegamos al hospital me atienden rápido y me meten en una habitación, Damian obliga a todos a que le dejen entrar y al final entra conmigo, de la mano.-¿Puedes respirar bien?.- Me pregunta una chica.- Si si..- le digo y miro a Damian y él me mira.-Hacer algo. ¡VAMOS!.- grita Damian mientras me desangro y me vendan la herida. Las enfermeras se giran hacia Damian pero no es momento de decir nada. El dolor me destroza entera, siento como mil cuchillos se clavan en mi espalda y en mi barriga.-¡AAAH!.- grito cuando una enfermera desesperada me hecha alcohol para que se desinfecte.-¡AAAAAAAAH!.- vuelvo a gritar cuando me da una oleada de dolor. Veo todo borroso, pero me aferro bien a la mano que me sujeta.

 Me despierto en una habitación blanca, tengo una bata y unos tubos que se adentran en mi con líquidos.-ay.- digo cuando me intento incorporar en la cama y de inmediato se levanta Damian.-¿Cómo estás?.-me pregunta y veo unas ojeras enormes debajo de sus ojos.- ¿Cuántos días llevo aquí?.- pregunto mirándolo confusa.-una semana....-dice en un susurro.- ¡¿Has estado aquí una semana?!.- le pregunto sorprendida.- Sí.- contesta y me da un beso en la frente.-Mañana te dan el alta, por cierto, todo el que ha participado y las familias de cada uno están muertos. Así que no te preocupes por eso.- me dice dándome una rosa negra. Me acorrala en la camilla y se pone encima mio, cosa que se gira y me quedo yo encima.-¿Qué pasa pajarito? ¿Estas nerviosa?.- me pregunta y todo mi cuerpo responde. Lo beso y me devuelve el beso.-¿Podemos irnos?.- le pregunto me mira y me coge del brazo.-Vamos.- Saco una daga por si acaso y lo sigo.-¿A dónde vamos?.- le pregunto a Damian mirándolo, él no devuelve la mirada.-A tu casa.- me contesta dándome un casco negro de moto. Me lo pongo y el se pone su casco. Fuera del hospital hay una moto, una Yamaha negra preciosa, reluciente, hermosa. Damian se monta y me señala que me monte atrás.-¿Qué?.- le digo y me mira.- Súbete.- me dice y no me queda otra que subirme. Me agarro atrás y el me dice que me agarre a el.- No.- Le digo y el se ríe, pega un acelerón y después un frenazo, mis brazos se abrazan a la espalda y el pecho de Damian. El se ríe mientras yo me bajo la visera con una mano, salimos a la carretera y miro la velocidad. 110...150...200..210...-NO VAYAS TAN RAPIDO.- le grito asustada y baja la velocidad a 160. Llegamos a mi casa y le tiro el casco al suelo y entro a mi casa. Me visto y subo a mi habitación, un vaso de whisky me espera allí. Me lo tomo entero y me tumbo en la cama. Cierro los ojos y solo la luz de la luna me ilumina la habitación. Mi mejilla recibe una caricia, suave y caliente. Las sabanas se tensan cuando Damian se sienta a mi lado, me da caricias en las piernas y el los brazos.-duerme.- me susurra al oido, le cojo la mano y me besa mi mano, se va y yo me quedo dormida.