𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐭𝐡𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐭.
En un pasado lejano, dos jóvenes se separaron sin conocer el destino del otro. ¿Será el destino el encargado de unir sus caminos? Dos mundos opuestos, dos adolescentes, un amor correspondido pero prohibido...
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El frío viento recorría la ciudad, las hojas de los árboles siendo arrastradas por él, el silencio inundaba la pequeña ciudad.
De repente, el tráfico se detuvo, provocando que algunos autos chocaran, el claxon de los autos sonaban sin parar. Los gritos de las personas sonaban cada vez más, el miedo era evidente.
La fría mañana se volvía aterradora, las personas corrían, al igual que los pequeños niños que salían de las escuelas.
Una niña de cabello castaño, permanecía inmóvil fuera de la escuela, veía como un hombre mordía a una mujer, la cual gritaba de dolor, la sangre recorría su cuerpo. Pronto, la mujer yacía en el suelo con el estómago abierto, agonizando de dolor.
Alguien jaló el brazo de la niña, era un chico, el cual parecía mayor que ella, él la salvó de ser atacada por una de aquellas personas que parecían enfermas. Parecía que algo se apoderaba de su cuerpo, tenían más fuerza de lo usual, logrando arrancar un trozo de piel solo con los dientes.
La niña logró soltarse del agarre del chico, comenzó a correr por las calles en busca de sus padres. Por algunos minutos corrió, hasta que llegó a su casa.
La puerta estaba abierta, era inusual, la niña entró lentamente, su casa era un desastre, todo estaba en el suelo, los muebles están fuera de su lugar.
Toda la casa fue recorrida por la niña en busca de sus padres, pero no los encontró. Trozos de vidrio esparcidos por toda la cocina, al parecer, sus padres habian discutido.
Pasos se escucharon en la puerta principal, el mismo chico entró, observando con atención los muebles que estaban tirados en el suelo. Ella se encontraba asustada, puesto que nunca había visto a aquel chico.
— ¿Estás bien? — La voz del chico sonó por todo el lugar.
— ¿Quién eres? —preguntó la niña, mirándolo, asustada.
— Lo siento, soy... —
Un hombre entró interrumpiéndolo, se veía pálido, sus ojos rojos, sangre en su ropa. Corrió hacia el chico intentando morderlo, el chico intentaba salir, pero no lo logró.
—¡Sal de aquí!— Gritó el chico.
La niña solo corrió, saliendo fuera de la casa, después de algunos segundos, el chico salió agitado.
Sin decir una palabra, ella se alejó, regresando por el camino que había recorrido hace unos minutos. Lo único que pensaba era en que sus padres habían ido a buscarla.
Al llegar, todo era un caos, sangre, gritos, personas tiradas en el suelo. No podía encontrar a sus padres, su mirada recorría todos los lugares con rapidez, hasta que su mirada se detuvo en una mujer. Su madre.
Al verla, comenzó a acercarse, pero se detuvo de golpe. Una de aquellas personas se acercó por detrás, mordiendo el cuello de su madre, la cual comenzó a gritar de dolor.
