Prólogo

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La sangre rugía en los oídos de Ojos de búho mientras miraba a la feroz criatura que se cernía agresivamente frente a ella, era el perro más grande que jamás había visto. Ojos de búho observaba con horror sus dientes afilados y babosos, se estremeció al imaginarse esas fauces cerrándose en el cuerpo de un gato.
A su lado, Zarpa de Pluma  temblaba de pavor mientras la bestia se acercaba peligrosamente gruñendo. Instintivamente, la guerrera se plantó delante de ella con el pelo erizado y las garras desenvainadas.
-"Cuando yo lo diga corres como si te persiguiera el SunClan entero..."- susurró sin apartar la mirada del inmundo animal.
De un momento a otro, el can se abalanzó sobre las dos gatas.
-¡CORRE!- Al instante, Ojos de Búho y Zarpa de Pluma salieron disparadas en direcciones opuestas. Ojos de Búho se quedó de piedra al escuchar un chillido de dolor, al girar la cabeza vislumbró a la aprendiza siendo mordida en la pata trasera por el perro.
(¡Por el clan estelar no!) pensó, y sin pensarlo se lanzó contra el monstruo y hundió sus dientes en el lomo del animal. Este aulló de dolor, haciendo que soltara a Zarpa de Pluma .
La guerra saltó del perro y corrió todo lo rápido que pudo hasta la joven, a la que agarró por el pescuezo ante la posibilidad de que esta no pudiera ponerse de pie. A lo lejos vio la rama baja de un roble, lo suficientemente cerca del suelo como para que un gato pudiera trepar hasta ella, pero tan alta como para que el perro no pudiera alcanzarlas arriba.
Ojos de Búho se lanzó hasta ese árbol sintiendo el aliento caliente de la bestia en sus ancas y esquivando por unas pocas colas de ratón sus mordiscos.
Todo lo rápido que pudo trepó por el roble y puso a Zarpa de Pluma, que estaba de piedra por la conmoción, en la rama. Pero antes de poder subirse a esta, escuchó las fauces del perro cerrarse debajo de ella y el dolor más atroz que había sentido nunca la atravesó como un rayo mientras un enorme peso la hacía caer dándose un duro golpe contra el suelo.
Un dolor comparable a que le clavaran más de mil garras palpitaba en todo su cuerpo, excepto en su... Ojos de búho abrió con pesar los ojos, solo para ver con un gran terror al perro jugando con su cola mutilada, se la habían arrancado...
Observó un muñón rojo como la carne viva donde antes estaba su esbelta cola.
Antes de que pudiera reaccionar, la bestia saltó sobre ella. Sintió que la levantaban del suelo mientras los dientes afilados y curvos del perro se le hundían en la piel. El monstruo la zarandeó y golpeó tan fuerte como pudo, hasta que Ojos de Búho casi pierde el conocimiento.
Con sus últimas fuerzas consiguió propinarle un zarpazo en el hocico del perro, el cual aulló de dolor y soltó a Ojos de Búho.
(No podré salir de esta, mi último deseo es salvar a mi clan) Con una creciente energía a pesar de sus grandes heridas, la guerrera se levantó y le bufó al animal.
-¡Aquí estoy cerebro de pulgas!- Acto seguido comenzó a correr la más rápido que pudo, lo cual, no era mucho. Todo le daba vueltas a Ojos de Búho, mientras se concentraba enteramente en no perder el equilibrio y mantenerse en pie, todo mientras corría escuchando los atronadores pasos de la bestia detrás de ella. El olor de la sangre le inundaba las fosas nasales, consciente que estaba dejando un rastro rojo carmín en su camino.
Su vista se estaba nublando, hasta el punto que solo podía distinguir la corriente del río que hacía frontera con el CragClan a unas colas de distancia de su hocico, pero, antes de ella poder llegar, sus patas sucumbieron y Ojos de Búho se derrumbó
(Este es mi fin...) pensó (Al fin estaremos juntos de nuevo Zarpa Lunar...) y sin más cerró los ojos aceptando su destino...
Un doloroso chillido de sorpresa hizo que la gata abriera los ojos de nuevo, el perro no la había alcanzado. En el lomo del animal, pudo distinguir una borrosa figura negra, que mordía efusivamente el cuello del perro.
-¿Night...Star?- susurró con la poca fuerza que le quedaba, su líder había acudido en su rescate. Nightstar estaba peleando y mordiendo al perro, el cual, resignado y adolorido, se fue corriendo y chillando con el rabo entre las piernas.
-¡Ojos de Búho!- Escuchó decir al gato negro, que se acercaba a toda velocidad, pero Ojos de Búho no tenía fuerzas para responderle...
(Al menos mi clan estará a salvo...) pensó antes de perder el conocimiento

La Pérdida de Ojos de Búho Where stories live. Discover now