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Yoongi estaba terminando de doblar toda su ropa junto la de Minjoon, cuando el timbre de la puerta sonó. Era un fin de semana, se sorprendió ante el llamado ya que no esperaba a nadie en especial y eso lo inquietó más. Dejó la última camiseta sobre el respaldo del sillón y caminó a la entrada para ver de quién se trataba.

──Oh, Jimin.──Murmuró con un tono sorpresivo al abrir la puerta.

──Buenos días, Yoongi. ¿Podría pasar?

──Minjoon aún está acostado, es fin de semana y suele levantarse tarde.

──Venía a verte a ti, principalmente porque dijiste la última vez sobre que teníamos que hablar.

Yoongi sintió un leve rubor sobre sus mejillas y se apartó de la entrada.──Claro, entonces pasa.

Cuando Jimin entró y se encaminó hacía la sala, Yoongi se dió pequeñas palmadas sobre sus mejillas para quitar el bochorno que le recorría el cuerpo. Cuando se aseguró que se encontraba mejor, caminó hasta la sala de igual manera y retiró una pila de ropa del sillón.

──Perdón, aprovecho los fines de semana para hacer todo el quehacer y con ello apenas terminé de lavar.

──No te preocupes, de todas formas es tu hogar y yo no estoy cuestionando lo que hagas en tu tiempo libre.

──¿Y cómo estás? Vi que regresaste al trabajo apenas hace unos días, ¿Ya estás mejor?

Asintió con una pequeña sonrisa.──Estoy mejor, gracias. Seguí tomándome el medicamento como lo dijiste, además de suministrar mayor vitamina en mi alimentación. Realmente te agradezco que te hayas tomado la molestia aquel día, me sentía terrible y lograste hacerme sentir mejor.

──No tienes nada que agradecer, lo hice por gusto propio.

Tomó bien sus palabras.──Pero, ¿Qué era lo que tenías que hablar conmigo? Viendo que fuiste hasta donde vivo, dudo que se trate de algo ligero.

Yoongi desvió la mirada, agarrando el cojín entre sus manos para ponerlo sobre su regazo. No sabía cómo iniciar, aquel día iba decidido y había elaborado todos los posibles escenarios, todo lo que tenía que decir; pero ahora, todo aquello se había borrado de su mente y estaba en blanco.

──Es un asunto relacionado con Minjoon y todo lo que sucedió en las últimas semanas.──Comenzó a hablar, Jimin guardando silencio mientras su mirada se enfocaba en él.──Es algo que me está inquietando desde que te enteraste, y no lo había pensado con detenimiento hasta después, por lo que tengo que dejarlo en claro y por lo menos intentarlo.

──¿A qué te refieres?

──Quiero que lleguemos a un acuerdo.──Levantó la mirada, encontrándose con la suya.──Sé que lo que hice hace años estuvo mal, pero podemos llegar a un acuerdo donde podamos los dos pasar tiempo con Minjoon de forma equitativa. No quiero que me lo quites, él es mi todo y no tiene porqué pagar por mis errores, así que te pido de lo más hondo de mi alma que por favor lleguemos a nuestro propio acuerdo y no llevarlo a un juicio. Él es mi todo, no podría permitir que me lo arrebates, pero sé que ninguna de las cartas juega a mi favor.

Jimin pareció sorprendido y desconcertado con sus palabras; y es que realmente no había pensado en esa situación. Yoongi no le había impedido verlo, le había dado la libertad suficiente como para ir a visitarlo cualquier día y a cualquier hora, ¿Por qué pensaría que atentaría contra él? Inclusive pensó que sería agotador para Yoongi tener que verlo todos los días en su hogar, pero desde que se enteró de que Minjoon era su hijo no había un día en que no pasara a dejarle un regalo, desde su postre favorito hasta un peluche, sentía la necesidad de consentirlo en todo momento, como si con ello pudiera enmendar el tiempo alejados.

Love never felt so good  | Jimsu  | Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora