Disculpa no aceptada.
Kevin entró a mi apartamento como pudo intentando acercarse más a mí a lo que yo solo respondí apartándome.
-Maggie... - susurró - Hasta cuando vas a cansarte de hacerme daño- mis lágrimas seguían apareciendo. - Solo quiero estar en paz, estar lejos de todo lo que me hace daño-
-¿Daño? ¿De qué hablas?- Preguntó- solté una pequeña risa sarcástica cruzando mis brazos viéndolo fijamente, se veía tan guapo como siempre.
-Ahora resulta que no sabes de qué hablo, siempre arruinas todo, ¡¡estoy cansada Kevin!!- ¿Cómo es posible que me hayas encontrado aquí?-
-Tu mamá... tu mamá me lo dijo.- voltee a verlo con una gran confusión- Tenía que buscarte, Maggie. Tenía que volver a verte, no sabes cuando te necesito- tomó mis muñecas acercándome más a él. -
Me zafé de su agarre rodando mis ojos.- Suéltame! No tienes nada que hacer aquí. Puedes irte!- apunté hacia la puerta- No Maggie, me quedaré!
-Quiero hablar contigo...-
-Por favor!...- el lugar se quedó en silencio por unos cuantos minutos, él me miró y caminó lentamente hacia la puerta.
No te vayas... mi casa lleno de su olor, ese olor que solo él podía hacer que mi piel se estremezca. Pensé.
Observe como de poco en poco tomaba la manija de la puerta.
Quédate...
No te quedes...
Abrázame...
No me toques...
-¡No!- rápidamente volteó a verme, y caminó hacia mi. Yo retrocedí hasta chocar con la mesa de la cocina. Él me acorraló, apoyando sus manos en las alacenas de arriba. Sintiéndome totalmente atrapada por su gran físico, y claramente, altura. Kevin siempre fui muchísimo más alto que yo. De hecho hace tiempo me llamaba "pitufa" idiota. No me atreví a levantar mi mirada, simplemente la bajé. -No volveré a dejarte ir, ¿entiendes?- Las ganas de meter mis manos por esa camisa negra que tenía y recorrer con mis manos toda su suave piel era inexplicable. -No cometeré el error dos veces. Te deje ir una vez...- Tomó mi mentón, haciendo que por fin nuestras miradas entren en esa conexión tan única que ambos teníamos. -No me perdonaría dejarte ir otra vez.- Acariciaba mi rostro, limpiando sutilmente mis lágrimas, Su tacto... el clima era frío, pero con un solo roce de él podía pasar del frío polar, al maldito calor del infierno. Solo suspire y cerré mis ojos, disfrutando cada minuto, hablando claro, no sabría si lo volvería a ver.
Saben cómo es esto, un día lo tengo aquí y al otro día se esfuma.
-Mi mariposa...- beso mi frente- Amarte así de fuerte no sabes cómo duele... pero más duele estar lejos de ti.- Su mirada aún seguía penetrando la mía.
Quemaba por dentro tanto pasado. Es tan grave lo que le hiciste a mi amor, pero mentiría si dijera que no quiero todo contigo. Pensé.
Suavemente me soltó el rostro, lo baje lentamente. Mirando su pecho, observando su respiración, su cuello que adornaba con una cadena de plata. El negro le quedaba tan bien. Moría por llevar mi nariz hasta su piel y embriagarme de su aroma corporal, tanto que me den ganas de morderlo, arañarlo.
Hasta que mi cabeza habló por mi corazón.
-Aléjate, Kevin... - suspire - Y vete.
-Pídemelo mirándome a los ojos.- volvió a levantar mi mentón - Dímelo. Dime que quieres que me vaya y me iré por esa puerta, Maggie. Y jamás volverás a saber de mí.
ESTÁS LEYENDO
𝘿𝙍𝙀𝘼𝙈 // 𝘒𝘌𝘝𝘐𝘕 𝘈𝘓𝘝𝘈𝘙𝘌𝘡
Fanfiction-- "𝐓𝐚𝐭𝐮𝐞𝐦𝐨𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚" 🦋 -- ¿𝐔𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚?... 𝐐𝐮𝐞 𝐬𝐢𝐠𝐢𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐞𝐬𝐨 𝐌𝐚𝐠𝐠𝐢𝐞. -- "𝐐𝐮𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮...