-LOKI- ONE SHOTS

-AMNESIA- (P1)

Me encontraba en la sala de mi casa buscando qué ver en la televisión, después de un largo día de trabajo finalmente tenía el fin de semana para descansar y quería disfrutar la noche con palomitas y una película. Pensaba en mi rutina diaria sin nada emocionante que esperar, pues vivía sola y mi vida era tranquila pero un poco aburrida.

De repente, escuché algunos golpes en la puerta y me sorprendió, ya que no esperaba visitas. Me acerqué a la puerta y la abrí, encontrándome con un hombre desaliñado usando ropa muy extraña, con ojeras y barba crecida de días.

Lucía muy cansado y llevaba un bebé en brazos que lloraba incómodo, el hombre tenía aspecto desesperado pero al verme su rostro se iluminó con alivio.

—Gracias a los dioses. —dijo con una voz ronca. —Por fin te encuentro.



—¿Te... conozco? —dije muy confundida y el hombre de inmediato me entregó al bebé. —Wow wow wow, espera.



—Debes seguir molesta, y lo entiendo. Pero ya es hora de que esté contigo, lo cuidé muy bien.

Me quedé realmente perpleja sin entender qué estaba pasando, sintiendo una mezcla de sorpresa y confusión mientras el hombre se pasaba la mano por la cara, como si estuviera agobiado.



—¿Quién eres? —pregunté intentando encontrar alguna lógica en la situación y el hombre me sonrió débilmente.

—Soy Loki, y este es nuestro hijo. —dijo como si fuera algo obvio y mi mente se detuvo mientras la confusión y la incredulidad me invadían. —Eres su madre y lo mejor es que tú lo tengas. No te preocupes por el dinero, yo veré que nada les haga falta.



—¿Espera, qué? —dije atónita devolviéndole al bebé. —No no no, estás confundido amigo, yo jamás te he visto en mi vida y definitivamente jamás he estado embarazada.



—Ohhh mierda... —exclamó realmente preocupado poniendo su mano sobre su frente mientras el bebé lloraba cada vez más fuerte. —Lo había olvidado, borré tu memoria.



—Ok, esto se está poniendo raro, así que será mejor que te vayas... —dije intentando cerrar la puerta pero él la detuvo.



—No, no, escucha. Tú y yo nos conocemos, este hijo es tuyo, yo te lo hice... Pero ya no puedo más, me está volviendo loco. Algún día lo recordarás, estoy seguro... —decía dándome al bebé de nuevo y yo se lo devolví de inmediato.



—Sabes qué, llamaré a la policía...



—¡No llames a la policía! —gritó algo alterado, asustando al bebé y de inmediato intentó tranquilizarlo.



—Amigo, ¿estás drogado o algo así? —dije tratando de entender su comportamiento mientras él arrullaba con fuerza al bebé para que dejara de llorar. —Escucha, yo no te conozco y no conozco a este bebé... Pero creo que en el estado que estás eres un peligro para él, así que llamaré a alguien que pueda ayudarlos a ambos, ¿de acuerdo?



—¡No, no llames a nadie! Solo escúchame por favor, es tu hijo, lo hicimos juntos en Asgard, ahí vivías antes de que te enviara aquí...



—¿Asgard? Ok, definitivamente estás loco... —dije retrocediendo algo asustada mientras cerraba la puerta. —Discúlpame, no puedo ayudarte...



—¡Por favor! Lo lamento, lamento mucho lo que hice... —gritó desde el otro lado de la puerta. —Por favor perdóname, aprendí la lección, soy un idiota.



—¡No te conozco, vete! —le respondí con frialdad pero el llanto del bebé me rompía el corazón, así que tomé el teléfono para llamar a la policía.



—Tú sabes que no perteneces aquí... Tienes más fuerza que el resto de las personas, ¿cierto? —dijo llamando mi atención y dejé el
teléfono para acercarme a la puerta. —Jamás te has enfermado y tus heridas se curan rápidamente... Los golpes ni siquiera los sientes y estoy seguro de que cuando miras al cielo sientes que hay algo más esperando por ti...



Me quedé completamente pasmada al escucharlo decir eso y un escalofrío me recorrió la espalda. ¿Cómo es que este extraño sabía tanto de mi? ¿En verdad me conocía? No estaba segura de lo que estaba pasando, pero me resultaba bastante peligroso confiar en un desconocido y abrirle las puertas de mi casa, en especial a uno que parecía estar loco y muy confundido, pero me arriesgué.