TW: Mención de drogas lícitas, léase bajo su propia responsabilidad
Hay veces que la vida te juega unas... que te dan ganas de meterle un buen derechazo para que se relaje con sus cosas. Maia se sentía así en este momento. Estaba llegando tarde a la conferencia que la escuela estaba dando para los de nuevo ingreso, la cual valía como crédito extra. Llegó al edificio donde sería la conferencia y usó el elevador pero antes de que las puertas se cerraran Walker llegó desesperado.—Tarde como siempre rubio— bromeó Maia con compañero.
—Agh, déjame— dijo el rubio sin pensar en su tono de voz.
—¿Qué te pasa?— preguntó Maia serena, no era mucho de caer en provocaciones tan fácilmente.
—Nada, cosas de mi casa—
—Mmm— el elevador cerró las puertas y no pasaron ni tres pisos y se averió.— Oh no—
—Ugh no es posible...— gruñó el rubio metiéndole tremenda patada a la puerta del elevador de la frustración que sentía asustando a Maia silenciosamente.—¿qué te sucede?— preguntó el rubio a la defensiva.
—Nada, cosas de mi casa— le regresó la castaña al rubio seriamente, ella siendo la cabeza en la situación presionó la alarma del elevador varias veces y llamó a Momona para que trajeran ayuda, ella dijo que haría lo posible lo más antes que se pudiera, pero que tendrían que esperar sentados un buen rato, Walker en su ciego enojo le dio otra patada a la puerta— ¡Ya basta! — lo detuvo Maia tratando de mantenerse tranquila y el rubio no la ayudaba para nada, la castaña pegó su espalda a la pared y se deslizó hacia abajo quedando sentada en el piso tratando de concentrarse en otra cosa que no fuera la situación. Walker la siguió.
—Perdón por eso, no pretendía asustarte, ni ser malo contigo—
—Está bien, así déjalo—
—No, en serio, apenas estás adaptándote aquí y tu primer amigo ya te asustó, estuvo mal en serio lo siento—
—Perdonado— le sonrió Maia amablemente pero aún así Walker notó ese toque triste en sus ojos que le llamaba muchísimo la atención. Eran los ojos de una muñeca, pero de una muñeca rota.— Puedo preguntar, ¿por qué llegaste tarde?—
—El auto se quedó sin gasolina y la fila era muy larga, tú?—
—Me levanté tarde—
—¿Te gusta dormir?—
—Me gustaría que fuera así, normalmente no puedo dormir—
—¿Insomnio?—
—Eso es para los débiles— Walker rió.
—¿Entonces por qué no duermes? Si no te molesta—
—Pesadillas— confesó Maia en un suspiro.
—Yo tengo pesadillas sobre maestros que les gusta reprobar gente, ¿tú qué sueñas?—
—Uhmm... lo mismo— rió Maia después de dudar su respuesta.
—Oye en serio te debo una disculpa, por lo de hace rato de asustarte y así, no sé manejar mi carácter— Maia lo miró con un gesto falso de sorpresa— Bueno bueno, no es noticia eso—
—No te preocupes, yo también tengo un muy mal carácter no sé porqué, lo más curioso es que no quiero nada—
—¿Hija única?—
—¿Hijo del medio?— ambos asintieron acordando con el otro.
—¿Te sobreprotegen mucho?—
—Tan así que me mantienen "vigilada" desde lejos dejándome hacer lo que yo quiera—
—Oh...—
—Lo lamento no pretendía incomodarte—
—Tranquila, a mi tampoco me ponen atención—
—Perdóname pero eso se sabe a kilómetros—
—Sí, no soy del pequeño porcentaje de hijos del medio a los que sí les ponen atención—
—Lo siento por eso, probablemente se pierdan del mejor hijo de los tres—
—Nah, mi hermana mayor es perfecta es muy buena persona y va a la universidad, y mi hermano menor es aún el bebé así vaya en la secundaria—
—¿Y por qué dices que eres el peor de los tres? Tus hermanos hacen las cosas que deberían de hacer, no es nada nuevo—
—Hago cosas muy estúpidas—
—Como los ocho billones que habitamos el planeta—
—No, en serio, a veces hago cosas muy estúpidas con el fin de que alguien me ponga atención, y me doy cuenta de eso hasta que pago las consecuencias—
—Tranquilo, al menos aprendiste algo de esas cosas estúpidas—
—No, hasta crees—
—¿Por qué lo dices?—
—Si te digo no dices nada, ni siquiera nuestros amigos saben sobre esto— Maia buscó el meñique del rubio para entrelazarlos con el suyo.
—Que me pase algo si no lo cumplo—
—Uh, bien yo... hace un año estaba solo en mi casa como siempre y mis padres en casa tienen un minibar, yo como ahí para que no me molesten. Esta vez fue diferente porque no fui precisamente a comer...— el rubio la miró buscando desagrado en su triste mirada y ella solo asintió esperando a que continuara.— Bueno... tomé una de las botellas de mi papá y... yo me...—
—¿Te la terminaste?— pregunto la castaña normal como si le preguntara por el clima.
—Ujum, no me fue bien... mi hermana fue la única que supo lo que hice y me ayudó a sentirme mejor, me llevó al baño a que vomitara y me dejó bañarme, después de una siesta de dos días me dio la reprimenda de mi vida, desde entonces no lo he vuelto a hacer—
—Entonces sí aprendiste de tu error—
—No, porque a veces ya tengo la botella abierta frente mío, pero por cobarde no la sirvo—
—No es cobardía, aprendiste tu lección de la mejor manera y seguiste adelante, es completamente normal—
—¿No me vas a regañar?—
—Obvio no, no tengo derecho a reprenderte cosas que mucha gente a mi al rededor hace, mientras no me afecte a mi que hagan lo que quieran— el rubio asintió entendiendo.
—¿Y tú? ¿Cuál es tu peor secreto?— la castaña se tensó, pues no podía decirle a nadie.
—Yo... uhmm, es que yo no... no es...— trató de formular pero se le hizo muy difícil, y como si mirara algo en su cabeza apretó su mochila y juntó apretujadamente sus piernas fuertemente. Y como si fuera un milagro para ella, el elevador se abrió dejando ver a mecánicos y a sus amigos. —Mira que eficiencia, me gusta ese lugar— dijo Maia cambiando su tono a uno más confianzudo.
Ella guardaba un pecado que sólo su cabeza sabe, no lo querrá decir, la tendrán que matar para que ella abra la boca.
[🩶💙]
Me duele la chompa
—M.A 01/09/2024
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The girl of the orchids | Walker Scobell
FanfictionWalker conoce a una chica muy extraña. Le gusta, me gusta muchísimo tanto que le encanta y la ama con su corazón. Pero Maia tiene un secreto tan doloroso que sólo ella sabe.