Walker conoce a una chica muy extraña. Le gusta, me gusta muchísimo tanto que le encanta y la ama con su corazón. Pero Maia tiene un secreto tan doloroso que sólo ella sabe.
TW: Mención de drogas lícitas, léase bajo su propia responsabilidad
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Walker después de la escuela llegó a casa con un mejor humor que del que se fue de su casa. Sus padres estaban trabajando y su hermana mayor estaba en su cuarto haciendo sabrá quien mientras que su hermano menor dormía su siesta plácidamente en su habitación. Almorzó solo nuevamente en la barra que estaba en el bar de su hogar, el cual se supone que solo sus padres y amigos de ellos entraban y salían de ahí, pero como hijo del medio, no recibió mucha atención en su vida así él dándose las libertades que él quería. Se salía de su casa lo más que podía y lo hacía a cualquier hora del día excepto en las horas escolares, porque nunca comía con su familia como lo que se suponía que eran. Su hermana a veces le hablaba pero la mayoría del tiempo estaba con sus amigas o centrada en la universidad y su hermano estaba en su mundo de amigos y videojuegos.
Siempre que trataban de menospreciarlo por su edad, se enojaba y se salía de la casa regresando quien sabe cuando, sólo se escuchaba que se abría la puerta a las tres de la mañana y subían unos pasos a su habitación y se encerraba ahí. En su casa era el típico malhumorado que trataban de molestarlo lo menos posible porque "estaba en la edad de la punzada" pero aún así lo molestaban en el intento de no hacerlo. Pero algo cambió ese día que Maia llegó a su vida sin permiso alguno, justo como a él no le gustaban las cosas que pasaran, sucedieron. Sin aviso. Había algo en la castaña que era diferente, probablemente su honestidad desbordante le llamaba mucho la atención, sus amigas Momona y Leah podían ser muy bonitas y vaya que lo son, pero Maia tenía ese no sé qué que lo ponía quién sabe cómo, de igual forma Walker no era ignorante, había algo en los ojos de la castaña que no podía ignorar. Era tan profundo como la Fosa de las Marianas , está llena de secretos, pero también lamentos. Hubo una fracción de angustia incluso miedo cuando ella escuchó que el equipo de football americano se acercaba, pero aún así contra todo pronóstico y valentía suficiente ella se encargó de la situación.
Regresando un poco al punto donde el rubio se encontraba, lavó su plato y todo pero regresó a al bar de su hogar, había una grandísima variedad de licores extrema y ridículamente caros como para ser verdad, el alcohol ni siquiera sabe tan bueno, nadie se explica porqué tan caros. Él como todo adolescente de diecisiete tiene tentaciones, como las del tipo de probar nuevas cosas que sabemos que están prohibidas. Porque así somos los seres humanos, entre más nos prohiban más ganas tenemos de desobedecer. Ya tenía la botella y el pequeño vaso de shot listo, el licor que escogió era un Tequila 1800 -tequila blanco- que ya había probado con anterioridad, no le fue bien. Para ponerlos en contexto un día cuando él tenía dieciséis decidió que haría lo que quisiera porque al fin y al cabo, los que se suponía que lo debían de corregir nunca estaban. Así que llegó al minibar y tomó una botella de tequila blanco y se fondeó la botella el solo. No comió ni bebió agua con anterioridad, hacía calor en ese entonces así que, si no han tomado cierta cantidad de licor en sus vidas les explico... fue casi catastrófico. Les explico, cuando tomas alcohol y sabes que quieres emborracharte agusto no comes antes, y tomas agua hasta que decides que ya tienes suficiente, y encima no todos tenemos la misma resistencia ni las mismas reacciones al alcohol, lo que a él le hizo fue marearlo mucho y hacerlo vomitar. Por si se lo preguntaban, sus padres jamás supieron sobre eso, sólo su hermana Leena quien se compadeció de su hermano menor y lo ayudó a que se recuperara, cuando ya estaba mejor le dio la reprimenda de su vida.
Y honestamente, cuando creces y sientes que tienes la edad suficiente para manejar una borrachera por tu propia cuenta te das una de esas que te deja prácticamente seco. Y al tener una de esas experiencias donde acabas ya sea orinado, vomitado, con dolor de cabeza o una sed muy severa sabemos que es porque probamos cierto licor de cierta marca, y quedas traumado de por vida jurándote jamás volverla a probar. Así le pasaba a Walker. Es más ya hasta la botella estaba abierta así que lo pensó al menos una hora y simplemente negó y guardó lo que había tomado del minibar y subió a su habitación, pensando en la castaña de los ojos tristes.
Él odiaba meterse en problemas, y aún así se metió con Maia.
[🩶💙]
q no se note que tengo traumas para tomar —M.A 01/09/2024
