CAPÍTULO 1

6 1 3
                                    


>> Caída al vacío

Hablando sobre belleza, comida y refugio, presencié un momento con esas tres palabras. Este gran lapso de tiempo he intentado, intentado e intentado crear algo nuevo, algo con vida y definido por vida me refiero a valor... pero... no puedo quedarme sin ideas.

Tenía un libro de pasta dura donde relataba a detalle todo lo extraño que descubría en cada mundo, cada conversación, ¿en que cosa fallé?, en nunca obedecer aquel mercader.

Una tarde lluviosa, salí de mi casa a tomar aire fresco, por mucho que suene tonto, una pequeña fresa cayó en mi regazo, y no, no hablo de un árbol normal, ese día yo me recosté contra un árbol que tenia mucho tiempo a lado de mí casa en un bosque, adoraba ese árbol cuando jugaba con mi hermano, pero desde que cambió de actitud... nunca lo volví a ver, quizás empeora las cosas con el paso de tiempo como mi hermano... no tengo palabras para mi padre... siempre me he desahogado escribiendo letra por letra lo que tengo en mi corazón, cada pedazo de alma todavía tiene esas marcas que me dejo mi padre.

Por otro lado, todavía pensaba en aquellos recuerdos abandonados en mi cabeza, los cuales me daban vueltas y vueltas en ese momento, recordando cada pedazo de mi vida, por curiosidad tomé aquella rojiza fresa en buen estado, pero se desvaneció con solo un toque, una ola de dudas vino a mi mente al ver lo que había pasado, voltee a todos lados para saber de donde había prevenido tal cosa, hasta que mis ojos se congelaron al ver una gigantesca sombra sin forma... casi con un color negro intenso y una bola de luz azul flotando a lado de aquella sombra sin forma, lo primero que pude pensar y hacer en ese momento fue en correr, correr lo más que podía, hasta caer en un vacío sin fondo, sin luz, sin cielo ni estrellas. Las capas de oscuridad se hacían cada vez con más luz hasta que llegue a un lugar desconocido, probablemente de los siglos XIII y XIV, las personas de dicho lugar caminaban sin preocupaciones, como si fueran de la realeza o algo parecido, quede estático por unos segundos, solo podía sentir el aroma de la fruta y pan de aquel lugar, podía jurar que no era nada parecido a mi hogar.

Caminado por aquel lugar, un niño de estatura pequeña tomó mi playera con sus manos llenas de polvo y suciedad para llamar mi atención, creyendo que se trataba de algún problema de sueño voltee tan rápido que por accidente empuje a aquel niño.

-Cuanto lo siento, eso no debió pasar ¿Puedo ayudarte?- Ofrece su mano en dirección a aquel niño en el suelo con amabilidad, aquel chico dio una sonrisa tranquila y tomó su mano.

-¡Esta bien señor! No pasa nada, ¡casi siempre pasa lo mismo cuando sales de aquel lugar!- En ese momento, una mirada confusa proveniente de el contrario se hizo visible, no le dio tiempo a pensar cuando el mismo niño se fue corriendo a una dirección entre la gente de el lugar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

THE MIRRORS OF KALEF LEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora