El Presidente del consejo estudiantil había llevado a la fuerza a Stephanie hacia el oscuro cuarto de aseo, en el que apenas entraba luz por una pequeña rejilla.
-Y-ya te dije que debo ir a clases, en solo quince minutos empeza... -Sobresalto asustada cuando él le dio un fuerte golpe a la pared.
-Claro que no niñita, ya no soporto a esta desgracia que tienes de amiga, lo intente por las buenas -exclamó furioso mientras se acercaba a Steph-, pero ahora lo haré por las malas.
-Quisiste abusar de ella, igual que como estás haciendo con...
-¡Silencio! -dio otro golpe a la pared y suspiró-, recuerda quién es tu superior, ¿acaso nunca leíste algún libro de los que están de moda entre las jovencitas?, o alguna película del tipo romance juvenil.
-¿Qué me estás contando? -empezaba a respirar exaltada.
-Ya sabes, cuando la chica está con el interés romántico, a solas en un cuarto como este -su mano acariciaba uno de los muslos de ella y empiezo a subir.
-No me gusta leer abusos romantizados que blanquean situaciones como estás, ¡déjame!
-quitó su mano y se apartó de él, para dirigirse a la salida del cuarto.
Abdel toma fuerte su brazo, llevándola bruscamente hacia él.
-¡Oye!, ¿crees que te dejaré ir después de lo que pasó?, ¿Acaso no ves el golpe que esa perra me dio? -pregunto casi gritándole y sin más paciencia.
-Yo no tenía nada que ver, resuélvelo con ella -contestó evitando el contacto visual
-Tú eres su amiga, no sé cómo, pero la convencerás de que debe servirme, si no haré que te expulsen y no... Digas lo que digas, nadie te creerá, ni te escucharán... Si a ninguna antes que a ti le creyeron, mejor ni pienses en resistirte -empezó a acercarse lentamente, teniéndola cara a cara.
-N-no, no, no... -intentó retroceder hasta toparse con la pared, sintiendo un miedo que jamás había experimentado y con cada rincón de su cuerpo estaba paralizado.
-Me pregunto a qué sabrán esos bellos labios celestes... -Con su mano en la cintura de ella, cierra sus ojos para robarle un beso.
Muñiz no soportó más y en un impulso para defenderse y alejarlo le había dado una bofetada. Ella misma se quedó atónita por su reflejo, evitó que la besara contra su voluntad, ¿pero a qué costo?
-N-no, yo, yo, perdón, no quise hacerlo -Su voz nerviosamente quebrada intentaba explicar su accionar.
Pero es interrumpida cuando Rashat en un arrebato de furia por la rebeldía que ella demostró, otra vez la tomó del cuello, ahorcándola contra la pared.
-¿Tú también te revelarás ahora?, ¿Eh? -Le gritaba mientras la sostenía con fuerza.
-No... Quise hacerlo... -respondió débilmente.
-Más vale que antes de mi discurso de mañana, Kim me esté besando los pies, ¿entendido?
-S-si... -contesto aguantando la respiración.
-No eres más que una doble cara, cobarde y diminuta basura... -al soltarla, la dejó caer sentada en el suelo a sus pies y terminó apoyada en la pared- Que esto no se repita, no quiero perder a una chica tan especial como tú...
Abdel salió del lugar como si nada y el timbre del receso suena haciendo que todos salgan de sus aulas.
Stephanie estaba sumamente exaltada, tosiendo, recuperando el aire y sobando su lastimado cuello.
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The Dark Rose
Short StoryEn la prestigiosa preparatoria de élite Belmond Fold, es reconocida por sus alumnos de altísimo potencial y excelente desempeño en materias avanzadas, pero lo que solo entre ellos saben, es que bajo sus pulcras máscaras se esconden personas sumament...