𝙑𝙄 - 𝙇𝙖 𝙧𝙤𝙨𝙖 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖

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-No creí ser tan fotogénica, pero al parecer solo tengo lados buenos -dijó Kim mientras miraba la foto en el celular de Stephanie

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-No creí ser tan fotogénica, pero al parecer solo tengo lados buenos -dijó Kim mientras miraba la foto en el celular de Stephanie.

-Te dije que te quedaría bien un pequeño retoque -le colocó una rosa negra en el cabello de su amiga-, estoy lista, ¿tú?

-Aww, gracias -ella dejó que le pusiera el adorno en el pelo-. Sí, estoy lista -respondió con una gran sonrisa.

Ambas salieron del baño y caminaron por el pasillo, donde todos los que las veían y se quedaban impresionados.

Cuando ellas entraron al gimnasio, este se veía como un salón de fiestas, totalmente decorado para una celebración de graduación, con una bola disco colgando del techo y grandes altavoces; con extensas mesas que servían un variado banquete internacional, el cual todos los que asistieron estaban degustando.

-Tal vez sea una basura de persona, pro sabe hacer fiestas -reconoció Ye-won mientras se acercó a las mesas de aperitivos.

-Esto es solo para comprar votos fáciles -afirmó Steph, rodando sus ojos.

-Entonces considérame comprada -respondió Kimy lanzándole una mirada pícara, ofreciéndole una frutilla en un pinchito.
-Ya vale, ¿no?, estoy hablando en serio -exclamó seria, pero en el fondo se empezó a reír-. Estemos alertas -tomó el pinchito que su amiga le ofreció y remojó la pequeña fruta en la fuente de chocolate.

-No te mataría divertirte un momento, estamos en una fiesta.

-En la fiesta de nuestro enemigo, no tenemos que desaprovechar esta oportunidad... -con delicadeza se llevó la frutilla a la boca y la saboreo.

Algunas personas más, aparte de Kim, se quedaron viendo comer aquella frutilla con tanto deleite, hasta que ella lo notó y todos fingieron que no la vieron.

-¿Eh?, ¿acaso me ensucié? -le pregunto a su amiga, mientras se miraba el vestido buscando alguna mancha.

«¿Cómo es que se ve tan linda incluso cuando come?» -pensaba Kimy.

En ese momento, la vicepresidenta Eliza apareció, luciendo un vestido blanco corto de una pieza, con unas grandes botas a juego y una brillante tiara. Ella se acercó a ambas de mala gana.

-No creí que verte aquí Steph, el maquillaje hace maravillas a la hora de tapar heridas, ¿no? -preguntó Eliza levantando una ceja.

-Oh, vicepresidenta, yo... Se ve radiante con ese vestido -Muñiz no se esperaba encontrarla y no supo qué responder.

Kim inmediatamente volvió a ver a Eliza pensando en qué hacer.

-Gracias, tú también te ves radiante, vestida como una ballena brillante. A propósito, debes usar un plato para el buffet -remató con un aire de supremacía, mientras otras chicas a su alrededor se reían en voz baja.

Cuando Stephanie es comparada con un cetáceo, sin darse cuenta, llevó su mano a su estómago.

-Disculpe, perdone -inmediatamente retrocedió y se fue a buscar algún plato.

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