1er gimnasio.

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[Hola, honestamente no se si les importe lo que ponga aquí pero honestamente han leído como describo los combates, y honestamente en este capítulo describiré cada combate de la batalla como mejor vea, de todas formas si algo no les parece en mi narración me gustaría que me lo indicarán en los comentarios, para mejorar a futuro, gracias por tomarte el tiempo para leer esto, y en general, gracias por leer este pequeño proyecto que siempre quise hacer en su momento pero por falta de inspiración nunca hice, dejando todo eso para un lado les dejo con el capítulo de hoy, se les agradece nuevamente con mucha emoción al leer esto]

Han pasado dos días desde el incidente con el equipo de tempestad eterna, afortunadamente la selva de ciudad bosque no ha sufrido un daño grave así como su población está a salvo, gracias a los equipos de protección civil y a la policía la limpieza como la restauración de las calles ha sido relativamente rápido, claro que yo no he perdido el tiempo, me la he pasado entrenando y afortunadamente ese huevo que cargaba finalmente se ha abierto, no podía haberme salido nada mejor, tengo en mi poder un larvesta con mucha energía así que por eso me he pasado mas tiempo entrenando, lo necesito con la fuerza suficiente para este gimnasio aunque será difícil liberar todo su poder hasta que evolucione.

Ahora estaba delante del gimnasio, el sol brillaba bañando con sus rayos honestamente parecía mas un invernadero si no fuera por el logo de la liga Pokémon en sus puertas.

Al entrar logré encontrar decenas de plantas frutales diferentes, a donde sea que volteara veía una baya comestible aparentemente berly criaba selectivamente algunas bayas para mejorar sus efectos ya fueran en combate o en la vida diaria.

— agradezco que hayas venido mocoso, honestamente tu ayuda fue valiosa en el momento justo pero para desgracia tuya no planeo dejarte fácilmente la victoria por mi medalla – menciono berly desde la profundidad del edificio en una arena de combate, me estaba esperando, ojalá no sea tan difícil, se le ve emocionada por combatir.

Avancé con paso firme hasta ella, mentalizado cada fibra de mi cuerpo para el combate que librare contra ella, temía perder, era natural, pero no podía hacerlo, mi abuelo y el profesor me tienen fe, y yo debía corresponder dicha fe con resultados, no debo perder, no puedo perder.

Una vez dijimos el número de pokemones que se usaran por lado se resolvió en un 3vs3 y así el combate inicio con berly lanzando a su grotle el cual lanzo un rugido de guerra buscando intimidar me a mi o a mi Pokémon, lastimosamente eso no funcionará así que lance a combatir a mi larvesta el cual expulsaba sus flamas con intensidad devolviendo la intimidación.

— si bien perdí antes con esa loca en la selva aquí no planeo hacer lo mismo, adelante grotle usa maldición! – exclamó a lo que su Pokémon empezó a concentrarse liberando energía maldita desde su interior preparandose para luchar

— vamos larvesta usa ascuas, no permitamos que se haga más fuerte – ante mi orden mi Pokémon cargo unas pequeñas bolas de fuego que disparó contra grotle.

Hasta ahora creo tener ventaja mientras esa tortuga no logre alcanzarme entonces estaré a salvo, por lo que mi estrategia es facil simplemente golear y correr, espero y eso no me cueste mucho

— buen golpe pero dentro de poco no nos hará mayor daño, grotle maldición otra vez, luego de eso necesito que intentes acercarte a ese insecto – menciono a lo que su tortuga volvió a concentrarse reuniendo más de esa energía maldita.

— no le des más oportunidad, golpea con ascuas de nuevo, aún podemos ganarle – le exclamó a larvesta el cual nuevamente carga más pequeñas bolas de fuego las cuales disparó contra su enemigo haciéndole más daño pero sin derribarlo aún, eso era malo.

Grotle perseguía a paso lento a mi larvesta el cual solo tenía la orden de escapar de el lo mejor posible en lo que pensaba en otra estrategia.

— muy bien si solo bienes a correr aquí es mejor que pierdas de una vez, grotle usa tumba rocas! – a la orden de su entrenadora grotle rompió el suelo para disparar enormes pedruscos contra larvesta si bien no le dió le impidió seguir escapando dejándolo atrapado entre tres piedras y el, ya no había a dónde correr.

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