Desperté y fui a trabajar. En el camino, me encuentro con Kai, Nico y Lucas. Los saludo y me acompañan al trabajo. Llegamos y saludo a los demás. Lucas y Nico se van y Kai me acompaña al almacén a dejar mis cosas para luego trabajar. Todo transcurrió normal, como estos días. Los clientes fueron amables conmigo, Marla ha tenido algunos problemas con un cliente, pero yo la ayudé. Kai me miraba un poco extraño mientras trabajaba y ayudaba a los chicos si tenían algún problema con los clientes.
Al culminar mi primer turno, fui al almacén de los casilleros para tomarme un descanso. Larina se acerca a mí y dice:
—Gracias por ayudarme con el cliente hace un rato.
—De nada. —dije con una sonrisa.
—Desde que comenzaste a trabajar aquí, los clientes me han dicho que eres muy amable, guapo y honesto.
—Jaja. No me considero guapo, pero si los demás lo dicen, pues me alegro de que piensen así de mí. Realmente soy muy honesto. No me gusta que sean deshonestos conmigo. Prefiero la honestidad antes que la mentira.
—También soy así. Hay veces que los clientes me coquetean, pero yo tengo novio. Se llama Harold. Es un chico amable, dulce y cariñoso.
—Eso es genial. Me gustaría conocerlo algún día.
—Claro, cuando quieras podemos salir para que lo conozcas.
Asentí y llega la hora de mi segundo turno. Trabajé hasta por la noche. Fui a casa, comí algo y mi celular sonó. Era Alex.
—Evan, necesito que vengas a mi casa, ahora. Es urgente.
—Está bien. Iré para allá.
Fui a la casa de Alex, toqué la puerta y entré. Fuimos a la sala y nos sentamos. Vi que Alex tenía unos dibujos viejos.
—¿Qué es eso?. —pregunté señalando los dibujos viejos que están en sus manos.
—Estos dibujos son tuyos. Los encontré esta mañana debajo de la puerta.
—Déjame ver.
Alex me pasa los dibujos y los observo con atención.
—Son los dibujos de cuando tenía ocho años.
Veo cada dibujo con atención, hasta que veo el dibujo de los tres niños con rostros siniestros y locos. Al lado de ellos, están sus nombres: Nico, Kai y Lucas Dixon.
—Déjame ver ese dibujo.
Le entrego el dibujo a Alex. Él lo observa con atención y me mira asombrado.
—¿Qué sucede?.
—¿No son los chicos que conocemos?. Sus nombres y apellidos son exactamente iguales a los del dibujo.
—No lo sé.
—Creo que hay que investigar esto.
—¿Tu crees?. Sería peligroso hacer eso.
De repente, suena mi celular. Era el desconocido. Fui al balcón de su casa y contesté. Lo primero que dijo fue:
—Quiero que dejes de ver a tus amigos. No me importa si tienen problemas o ataques de pánico. No vuelvas a verlos, o si no, destruiré tu aburrida vida.
—Primero querías que dibujara y ahora quieres que deje de ver a mis amigos. ¿Que te pasa?. No puedes amenazarme así como así. ¡No me alejaré de mis amigos solo por que tú lo dices!.
—No estás en posición para hablarme así, Evan. No sabes quién o cómo soy ni de lo que soy capaz de hacer. Así que mas vale que te alejes de tus amigos o lo haremos nosotros y nos aseguraremos de que que eso pase. Pronto serás nuestro y no habrá nadie que te proteja cuando destruyamos tu mundo junto contigo.
ESTÁS LEYENDO
Del papel a la realidad
Mystery / ThrillerDescripción: Evan, un talentoso dibujante, descubre que tiene el poder de dar vida a sus dibujos. Lo que comienza como una fascinante aventura creativa rápidamente se convierte en un desafío cuando los personajes y mundos que dibuja empiezan a inter...