Capítulo 4

0 0 0
                                    

Al despertar, me ducho y me pongo el uniforme de mi nuevo trabajo. Salgo de casa y me dirigí al trabajo. Al entrar, me recibe el gerente de la tienda. Me guía hacia el almacén en donde se encontraban los zapatos con todas las medidas posibles para atender a los clientes que necesiten sus respectivas medidas de sus zapatos. El gerente, llamado Devon, me presenta ante mis compañeros. Ellos se presentan:

—Hola, mi nombre es Larina, es un gusto que estés trabajando con nosotros.

Dice la chica con cabello largo ondulado marrón con mechones rubios y su tez crema. Mide unos 5'4 cm.

—Mi nombre es Marla. Es un gusto conocerte y es un honor para mí que trabajes con nosotros.

Dice la chica con cabello corto negro rizado y su tez morena. Mide como unos 4'11.

—Mi nombre es Nilan. Gusto en conocerte.

Dice el chico con cabello rubio casi despeinado y una tez blanca. Mide unos 6'9.

Miro al último compañero, quien me mira con una sonrisa un poco sádica.

—Hola, Evan. —Dice Kai con su habitual sonrisa un poquito sádica.

—¿Se conocen?. —dice Larina.

—Si. Nos conocimos en la universidad.

—Eso es genial. Kai debería de guiarte en tu primer día. —Dice Devon, el gerente de la tienda.

—Lo haré con mucho gusto, Devon. —dice Kai mirándome fijamente.

—Genial. —dice Devon con una sonrisa.

—Bien, hora de trabajar. —dice Marla.

Todos se fueron a sus puestos de trabajo y yo me quedo con Kai para que me ayude en mi primer día. Todo transcurrió normal, Kai me ayudaba con los clientes y todos fueron amables conmigo. Habían veces en las que Kai me miraba de vez en cuando cuando hablaba con un cliente. También me he dado cuenta de que tarareo o canto canciones mientras trabajo. Marla me ha dicho que cantaba bastante bien y que debería ser cantante. Yo le sonreí.

Al culminar mi trabajo, fui a casa. Me duché y me acosté en la cama. Un rato después, recibo un mensaje de Nilan, mi compañero de trabajo.

Mensaje:

Nilan: Hola. Quería saber si querías salir conmigo y los demás a tomar algo.

Yo: Claro. ¿En donde sería?.

Nilan: En el bar cerca de los apartamentos.

Yo: Está bien. Iré para allá.

Nilan: Genial. Nos vemos.

Fin del mensaje

Comienzo a vestirme con una camisa celeste, pantalón negro y zapatos blancos. Agarro las llaves y me dirigí al bar. Me bajo del auto y veo a Devon, Kai, Marla, Larina y Nilan esperándome. Los saludo y entramos al bar. Todos piden cerveza y yo pido un whisky con limón.

—Felicidades por tu nuevo trabajo, Evan. —me felicitó Larina.

—Gracias. —dije con una sonrisa.

—Kai nos ha dicho que dibujas como un profesional. —dice Devon.

—Si. De hecho, hace días que no lo hago.

—¿Por qué?. —preguntó Marla.

—Por motivos personales. —mentí.

—Ya veo. —dice comprendiendo mis palabras.

Después de un rato, Devon y Larina se emborracharon, menos Marla, Kai, Nilan y yo. Marla saca una pregunta un poco incómoda.

—Oye, Evan, ¿tienes novia? O ¿te gustan los hombres?. No lo pregunto por nada malo, solo quiero saber. No soy de esas personas homofóbicas. De hecho, tengo hermanos y amigos gays y me encanta como son. Son de buena compañía.

—Bueno, no tengo novia ni novio. Soy más bien, bisexual.

—Y ¿A quién prefieres más?. —preguntó Nilan.

—En realidad, no lo sé. Solo sé que me gustan ambos.

—Ya veo. —dice Marla.

—Y ¿No te gusta nadie?. —pregunta Nilan.

—No. De hecho, nunca he tenido novia ni novio, ni siquiera tuve mi primer beso.

Noto que Kai mira hacia la entrada. Me volteo y veo a Dani y Alex. Ellos se acercan a nuestra mesa.

—Hola, chicos. Y Kai. —dice Alex.

—Hola. —dijimos todos al unísono.

—¿Podemos unirnos?.

—¡Claro!. —dice Marla.

—Veo que ustedes dos están borrachos jaja. —dice Dani.

—Chicos, ellos son: Marla, Larina, Nilan y Devon. Son mis compañeros de trabajo. Y Kai también lo es.

—Hola. —Saludan al unísono.

Alex y Dani piden whisky con limón y se sientan en nuestra mesa. Charlamos durante un rato. Marla se emborrachó, Nilan estaba medio borracho, Kai seguía sobrio, al igual que Dani, Alex y yo. Solo nos habíamos tomado un whisky. Entre Dani, Alex y yo no bebíamos tanto, ya que estábamos en la universidad y con los exámenes finales.

Al terminar de beber, Dani, Alex y yo nos fuimos a mi casa, Kai se fue a la suya y los demás se fueron, junto con Nilan que estaba medio borracho, pero podía manejar. Al llegar a mi casa, solo me cambié y me dirigí a la sala con los chicos a ver una película. Alex se quedó dormido casi a mitad de película, Dani se quedó despierto, hasta que casi se terminó la película. Yo me quedé despierto. Vi otra película una vez que se haya acabado la anterior. En mitad de la película, suena mi celular. Era el desconocido. Le doy pausa a la película, me levanto del suelo y voy al balcón. Contesto.

—¿Qué quieres?.

—Solo te llamaba para decirte que me alegro de que hayas conseguido un nuevo trabajo. Pero también estoy muy decepcionado. No has estado dibujando. Y te dije que si no lo hacías, tus amigos lo pagarían.

—No te metas con mis amigos, ellos no tienen nada que ver. Déjalos en paz.

—Bueno, haz lo que te dije. O si no, ya sabes lo que pasará.

—¿Qué quieres que dibuje?.

—Solo dibuja.

—No olvides que te estamos vigilando. —dice la otra voz.

Y cuelga.

Fui a mi habitación, me acuesto en la cama y espero a tener sueño. Un rato después, cierro los ojos y me quedo dormido al instante. Al día siguiente, fui a trabajar. Todo transcurrió normal. Dibujé algunas cosas y se convirtieron en realidad. Los chicos del trabajo no se dieron cuenta de nada, ya que estaban ocupados con los clientes. Seguí trabajando, hasta que llega la hora de irme. Fui a comprar algunas cosas para la casa y uno que otro dulce para calmar mi ansiedad. Alex seguía teniendo ataques de pánico y yo iba a su casa para calmarlo y quedarme con él toda la noche.

Después de comprar las cosas, fui a mi casa, me duché, comí algo y me acosté a dormir. Hoy fue un día tranquilo, sin problemas ni llamadas amenazantes. En verdad quisiera saber quiénes son los que me llaman y amenazan. Ya les dejé en claro que dejaran a Dani y Alex en paz. Todavía no podía creer que esos chicos tuvieran un poco de obsesión conmigo y creo que su obsesión de destruir el mundo ha ido creciendo. Pero también creo que son posesivos en algunos momentos de las llamadas. Si fueran celosos, todo a mi alrededor se convertiría en un caos. Literalmente, no me dejarían estar con nadie, ni siquiera con Alex y Dani.

Del papel a la realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora