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— Señor, estamos preparados — escucho a Bastian hablar por el micrófono.

No respondo. Miro a mi ahora enemigo delante de mí mientras bebe de su vaso de whisky y pienso en las mio maneras en las que lo torturaré cuando lo tenga en mis manos.

Nistan Akoranov tiene un pelotón de hombres fuera de mi club, esperando a que yo salga para poder asesinarme y así quedarse con mi ascenso a ser el nuevo Boss de la Cosa Nostra. Cosa que él puede llegar a ganar al matarme debido a que mi progenitor se encariñó con él en el pasado y dejó un testamento donde decía que si él moría, uno de nosotros sería el líder, pero eso solo ocurriría si uno traicionaba al otro o si se moría en un combate cuerpo a cuerpo.

Esta claro que Nistan no esperaría nunca a pelear conmigo. Soy mil veces más bueno que él y sabe que le ganaría. Me encargué de que eso fuera posible, y que bueno que lo hice. Esta claro que hará pasar su traición por otra cosa. Seguro dirá que uno de mis enemigos al fin ha cobrado venganza contra mi, cosa que sería imposible. No hay hombre en mi contra que siga vivo. Ni él ni su familia.

—Entonces, mi hermano — me sonríe y alza su vaso — Brindemos por esta hermosa noche — dice falsamente. Yo sonrío, siguiéndole la corriente.

—Por esta noche, hermano — mi voz salió grabe.

Bebí de mi vaso con un fuerte licor pero ni me inmuté. Solo me le quede viendo, inspeccionando su rostro, sus movimientos, sus expresiones. Estaba checando si no tenía algún micrófono prendido en sus trapos baratos. Busqué algo que lo delatara antes de tiempo, pero este hijo de puta ha hecho todo desde hace mucho tiempo atrás, haciéndome enojar mas y que mi ira me haga querer matarlo de un balazo aquí mismo, frente a todas estas personas.

Respiré y negué. Traté de calmarme. La impulsividad no me llevaría a ningún lado y en este momento la calma tiene que ganarle a mi ira. Tarde o temprano tendré a este traidor en mis manos para poder darle fin a su vida y a todos los problemas que trae consigo. 

—Jefe, ya puede salir. Hay diez hombres entrando ahora mismo. Salga ya. — anunció Bastian, y yo no dude en hacerlo.

—Tengo que irme, hermano. Nos veremos mañana — y me di la vuelta, sin dejar que me contestara.

Caminé entre la gente que bailaba en la parte de abajo hasta la puerta. Allí, antes de abrir la puerta para irme, sentí como algo filoso se incrustaba en mi espalda, haciendo que me detenga.

—Buenas noches, Vasiliev. — escuché la voz de una mujer detrás mío y, al darme la vuelta, me encontré con Simona, la hermana de Nistan.

Sonreí. En un rápido movimiento quite su cuchillo de sus manos y la apuñale Justo entre medio de su ojos, matándola al instante.

El otro cuchillo seguía en mi espalda, pero no lo toqué. Salí del club abriendo la puerta y allí mismo se encontraba Bastian, el cual al ver como me encontraba me llevó rápido a una de las camionetas y no dudó en llamar a un equipo de médicos que me llevaron a mi hospital privado y allí se encargaron de mi. Mientras tanto yo deseaba ya tener a Nistan entre mis manos y poder hacerle toda clase de cosas horribles, pero algo me decía que tardaría en llegar, y más aún cuando Bastian llegó un día después, avisando que Nistan tenía gente en todo el club y que acabaron con la mayoría de mis hombres. Logró escapar.

Espero se esconda bien, hermano mío. Ahora soy el maldito jefe y tú el traidor más buscado de toda mi organización.

Peligroso amor |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora