El jardín de las margaritas

Prólogo

"Las semillas de mi jardín"

Con 7 años ya sabía leer, y a mis 8 años mi madre me regaló mi primera libro. Decidí traérmelo a la playa. Siempre vi a señoras y señores grandes leer en la playa. Pensé que sería divertido, pero mientras mis pies están encajados en la arena siento que me pican y eso hace que me sea imposible concentrarme en mi lectura. Mamá dice que puedo preguntarle cualquier duda sobre el libro , cualquier palabra que no entienda. Me regaló "Las aventuras de Tom Sawyer" ella quería que me leyera primero "El principito" pero una niña de mi clase me dijo que era aburrido y fantasioso.
Me pica el cuerpo y el sol me esta dando en los pies. Mamá y papá están en el agua viéndome desde lejos. Las personas en la playa se ríen, toman el sol y algunos señores barbudos sostienen el periódico. Una señora se levanta de una silla y tiene las formas de esta marcadas en su enorme espalda.
Saludo a mamá y a papá desde lejos y les sonrío. Ellos me piden que me meta con las manos. Dejó el libro en el lugar, lo marco con una concha super pequeña, así se por donde me quedé aunque la pagina 10 no sea algo complicado de recordar.

Corro tan fuerte como puedo hasta que el mar me impide correr y y así caigo entre los brazos de mi padre.
El agua del mar no sabe bien.
Estuve un rato ahí con ellos chapoteando el mar, y papá me cargaba en su espalda para nadar rápidamente conmigo fingiendo ser un tiburón. Mamá corría y se reía, intentaba atraparnos. Después quise estar en la orilla donde las olas me arrastraban hacia adentro, pero yo me impulso mas hacia atrás.

Una pelota choca en mis pies y ates de que el mar se la lleve la atrapo y un niño aparece detrás de mi.

-Hola, gracias por atraparla.

-Hola ¿Es tuya?- Me levante torpemente.

- Si.- Le doy su pelota.

-¿Puedo jugar?- Pregunte acudiéndome la mano- Soy Luz. -Dije mi nombre, bueno mi segundo nombre Emma no me gusta mucho.
-Valentín, si puedes jugar, pero eres niña.

-Que tiene que ver que sea niña- Le dije un poco gritado- Puedo jugar perfectamente.

-Si te da el balón no puedes llorar.

- Vas a llorar tu, yo estoy mas grande.

Y así era soy mas alta de tamaño.

Mis padres me llamaron, venían saliendo de la playa.

-Ya nos vamos cariño. - Dijo mi madre. Algo dentro de mi se molestó cuando la boca del niño sonrió. Me marche molesta y entre susurros se me fue un. - Pelotudo.