❛❛La primera vez que SungHoon vio a SuNoo, él estaba solo en el bosque sin recuerdos de donde venía.❜❜
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📎𓏲 ࣪₊♡𓂃 esta historia es una adaptación, todos los créditos a su autor original.
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SuNoo
Antes siquiera de pensar, me lanzo en sus brazos. Temo, por un instante que podría derrumbarlo, porque lo tomé desprevenido, pero me sujeta fácilmente, mi cuerpo chocando con el suyo.
No tengo la menor idea de lo que está sucediendo. Cuando abrió la puerta, tan lindo como siempre y, después me dio un tierno beso en los labios, no aguanté, el deseo era demasiado. Y no solamente yo, mi oso lo quiere también. Es como si estuviera despertando de una profunda hibernación y estuviese con hambre de SungHoon.
Mi cuerpo se funde al de él como si hiciera eso desde siempre y sus grandes manos aprietan mi culo, ellas me sujetan firmemente cuando su boca domina la mía, ese beso no es suave como el otro, no, es hambriento y exigente. Los dientes chocan cuando ambos intentamos forzar la lengua en la boca del otro. Como si no tuviésemos suficiente profundidad. Nosotros solo lo necesitamos.
Gruñidos llenan la sala y no tengo idea de cuál de nosotros es el que lo hace. Mi espalda llega a una superficie suave cuando deslizo las manos hacia atrás de la camisa de SungHoon, queriendo sentir su piel contra mis dedos. Mis dedos corren por su piel y él gruñe en mi boca. Juro que vibra todo mi cuerpo hasta los dedos de los pies, la sensación me hace gemir.
— Tienes un sabor mejor del que pensé que tendrías — dice SungHoon mientras se aparta. — Vas a tener que pedirme para detenerme, no consigo hacerlo solo — gime contra mí, su polla presionando mi coño haciéndome temblar. Un dolor surge en la boca del estómago, yo quiero ser llenado, necesito eso.
Sus ojos comienzan a profundizarse, las pupilas dilatándose. Puedo decir que es su lobo el que me está mirando, si no pudiese oler su deseo diría que está mirándome con rabia.
Vi la rabia en su rostro antes, cuando otros intentaron desafiarlo por el dominio. Aquella mirada en su rostro hace que cualquier shifter muestre el cuello en respuesta.
Yo solo miro sin apartar mis ojos, el gemido en su garganta hace que mi corazón duela, está luchando con el lobo, ambos me quieren y el sentimiento es surrealista.
Ser querido así es algo que nunca sentí antes, me siento poderoso por primera vez en la vida, como si finalmente estuviese en control. Y lo que quiero en este momento es a él.
Quiero que me dé la sensación que me dio cuando estábamos en la sala de JungWon, esta vez, sin gente mirando.
— Tampoco quiero parar — las palabras salen susurrantes, pero SungHoon no duda.
Se mueve rápido como si yo fuera a cambiar de idea y se instala entre mis muslos. Sus hombros anchos separan mis piernas para él. Ellas no tienen elección además de acomodarse a su tamaño.
Antes que pueda reaccionar, mi ropa desaparece, el sonido de tela rasgándose llega a mis oídos cuando siento su respiración caliente contra mi coño. La sala se llena con el sonido de sus resuellos y puedo sentir mi clítoris pulsar ferozmente.
