𝟎𝟒

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SungHoon

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SungHoon

— Imaginé que estarías aquí.

Me vuelvo para ver a HeeSeung detrás de mí, la mirada en su rostro pareciendo a la pena.

— Solo quería asegurarme que llegó bien a casa — estuve en la cresta de la montaña observando a SuNoo entrar en la casa. Cuando la puerta se cerró detrás de él, controlé la casa para asegurarme que era segura.

En un momento pensé haber sentido el olor de otra cosa pero entonces el viento cambió y lo perdí. Iba a salir cuando HeeSeung llamó mi nombre, de manera que lo que haya sido, debo haberlo imaginado.

Pasando de él no digo más nada. ¿Qué más podría decir?

Mi compañero no me quiere. Lo lastimé intentando protegerlo.

— Sabes que puedes hablar conmigo — los pasos de HeeSeung siguen suavemente detrás de mí mientras caminamos hacia mi casa.

Desisto de intentar alejarme de él y caemos en un silencio confortable en la caminata de vuelta. Decidí no dirigir porque necesitaba estar libre y no enjaulado en una camioneta.

Especialmente después de despertar en una celda.

— Le he fallado — admito finalmente después de algunos minutos.

— No, no fallaste. Hiciste lo que creías que era mejor, necesita tiempo para entender lo que significa estar apareado. Todos saben lo que sentía por ti, creo que siente que tú estás arrinconado y estás obligado a elegirlo.

La rabia me domina y giro empujando a HeeSeung contra un árbol con mi antebrazo en su garganta.

— Yo siempre lo quise — digo a través de los dientes.
HeeSeung tira contra mi brazo y después que comienza a ponerse azul, lo dejo ir. — Lo siento mucho hermano. No estoy enojado contigo, estoy enojado con la suposición de que era indiferente con SuNoo cuando todo el tiempo luchaba para no tomarlo como mío aun si no hubiéramos sido compañeros.

HeeSeung se inclina, colocando las manos sobre las rodillas y tosiendo.

— Tienes una simpática manera de demostrarlo, lo echaste y lo mantuviste lejos en los últimos cuatro años.

— Soy el líder de la manada ¿Qué debería haber hecho? Tengo que cuidar de todos. La seguridad y protección de este lugar recae en mis hombros — me quedo con las manos estiradas en busca de una solución mejor. — ¿Qué iba a hacer, huir con SuNoo y dejar a todos? Porque eso era lo que quería hacer. ¿Y si hubiera tenido otro compañero o él otro compañero? ¿Dónde nos dejaría eso? No tenía elección, HeeSeung.

HeeSeung se levanta y me mira a los ojos. Él es mi mejor amigo, si alguien puede decirme qué hacer, es él.

— Ahora puedes para elegir, SungHoon. Si quieres a SuNoo como tu compañero, entonces vas a tener que trabajar en eso, merece ser elegido por encima de todo, incluyendo a la manada. Aun siendo para su protección, necesitas demostrarle que eres un buen compañero.

Asiento con la cabeza entendiendo lo que significa eso. Este no será un apareamiento tradicional, tengo que hacer lo que sea preciso para hacerlo mío.

Cuando estoy yendo de vuelta a casa, elaboro un plan. Necesito tornar imposible el que pueda decir no. Es preciso dejar bien en claro que lo escogí no porque es lo que tenía que hacer sino porque siempre lo quise.

Paso la mano por el largo cabello en el tope de mi cabeza intentando empujarlo fuera de mi rostro. Enderezando los hombros me doy un pequeño incentivo y camino a las puertas de la panadería.
Es temprano y todavía no abrió pero vi a HeeSeung ir a controlar a SuNoo esta mañana y él dejó la puerta abierta para mí.

La panadería Goodie Basket de Jake tiene un olor de rollos de canela recién amasados y de mi compañero, debe haber sido el único haciendo todo esta mañana y ambos aromas están haciéndome salivar.

La campana de la puerta suena y veo a SuNoo saliendo del cuarto del fondo, todavía usando un delantal.

— Disculpe, no estamos abier...

Para cuando me ve de pie frente al mostrador, siento mi rostro encenderse un poco cuando estoy allí sujetando un buqué de flores silvestres que elegí para él.

—Buen día SuNoo.

Se sonroja y mira a un lado antes de que sus ojos vuelvan a los míos.

— Buen día Alfa SungHoon, no estamos abiertos aún. ¿Puedo ayudarle en algo?

Él se muerde nerviosamente el labio inferior y tengo que atajarme de no soltar un gruñido, está usando un viejo suéter gris, pantalones jeans y un delantal celeste. Tiene los rizos color chocolate presos encima de la cabeza y una mancha de harina en la mejilla rosada.

Todas sus curvas están escondidas bajo las ropas pero todavía veo al chico más lindo del universo, incluso pensé eso la primera vez que lo vi, aun siendo un cachorro, que nunca había visto nada tan perfecto. Nada cambió con el tiempo, simplemente nunca me permití mirarlo de esa manera, sabía que si iba por ese camino, nada bueno sucedería. Pero ahora que sé que es mío y no voy a controlarme más.

Mis ojos viajan por su cuerpo y puedo ver sus manos moverse nerviosamente.

— Las elegí para ti — su rubor aumenta y baja el mentón mientras susurra un agradecimiento.
Camino más y me quedo más cerca, mis dedos lo rozan y siento la energía entre nosotros. Toma todo de mi control para no estirarlo hacia mí, solo me permito ese simple toque hasta que se aparta. — Son del prado donde te vi por primera vez el día que HeeSeung te encontró. Voy allá algunas veces y las miro recordando ese día que te sostuve por primera vez.

Él me mira, sonriendo, y después se inclina para aspirar el olor. — Gracias, son lindas — dice respirando su perfume.

— Tú tienes un olor mucho más dulce — le digo extendiendo la mano y la punta de mi dedo trazando las líneas de su mejilla. No puedo detenerme de necesitar del contacto ligero.

— ¿Quieres cenar conmigo esta noche?

Sus ojos se alzan y él duda. Comienza a mirar en todos los lados menos a mí y supongo que está buscando una disculpa.

— Por favor SuNoo, quiero cocinar para ti, ven a mi casa y déjame cuidarte. Es solo una cena — detengo la respiración esperando lo peor y luego de un segundo, respira hondo.

—Okey.

La palabra es apenas un susurro pero, es un paso en la dirección correcta.

Probablemente no debería abusar de la suerte pero quiero que sepa que lo elegí. Que es lo única que siempre quise y lo único que siempre observé.
Me inclino y suavemente paso mis labios desde su mejilla a su oído.

— Esta noche, quiero que traigas tu cámara y me muestres las fotos del lago que sacaste la semana pasada — lo siento enrojecer y sonrío. Nadie sabe que él saca fotos, es su hobby pero no lo comparte con nadie, solo sé eso porque sé todo acerca de SuNoo.

— SungHoon — susurra.

Muevo mis labios en su rostro y boca apenas rozándola. No es un beso sino una promesa de lo que está por venir.

Apartándome, toco su mentón con el pulgar antes de volverme y salir de la panadería, duele estar separado de él pero sabiendo que estará conmigo esta noche, se torna más fácil de soportar. Ahora todo lo que tengo que hacer es aprender a cocinar.

3. stray slipper ♯݊ˢᵘⁿᵍˢᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora