«¿Me escuchaste o la espada también te dañó los oídos?»

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Mingyu se acercó con pasos firmes hacia la camilla donde se encontraba el príncipe recién despierto. Sin preguntar, se agachó para tomar el brazo derecho de Wonwoo y colocarlo alrededor de su cuello, sin embargo, el príncipe se resistió con suavidad, posando una mano sobre el brazo de su guardián.

—Creo que puedo levantarme solo. Tengo que obligarme a moverme y utilizar mi pierna con normalidad, de lo contrario puede que me acostumbre a tu apoyo y la herida tarde más en sanar —le dijo con voz ronca, dándole un amable apretón en el musculoso bíceps.

—Esa es una creencia absurda y lo sabes, además, tu padre me va a matar si se da cuenta de que te dejo caminar solo, cuando te acaban de rebanar la pierna por mi culpa —le respondió Mingyu con el mismo tono de voz bajo. Debido a la posición en la que el príncipe lo había detenido, sus rostros se encontraban más cerca de lo normal. Lo miró a los ojos con un ruego en las pupilas, déjame cuidarte.

—No conoces a mi padre —el herido negó apaciblemente con la cabeza—. Por eso mismo quiero que me vea llegar a su habitación por mi propio pie. Si llego con ayuda, pensará que no he hecho ningún progreso para mejorar como combatiente, que no soy lo suficientemente fuerte, lo que implicaría que tampoco estoy listo para tomar el mando de Kaeleos. Lo que es cierto, pero no quiero que lo sepa —concluye, resoplando una risa.

Mingyu no tuvo más opción que rendirse. De todas formas, lo siguió muy de cerca cuando salieron del área de cuidados médicos y recorrieron una serie de pasillos que conectaban las torres del palacio entre sí.

Llegaron a la Torre Mayor, subieron dos pisos y se encontraron frente a una puerta de dos hojas, tallada en la madera de ébano más delicada que se había encontrado, detallada con toques de oro. Wonwoo tocó dos veces con los nudillos.

—Padre, voy a entrar —anunció con un tono de voz que sólo utilizaba cuando se veía obligado a interactuar con miembros de la familia real. Era una voz profunda pero sedosa, recordaba a la elegancia de un gato negro. A su guardián se le erizaba la piel cuando escuchaba ese rastro de formal autoritarismo en su discurso; no sabía si le fascinaba o lo asustaba.

El príncipe empujó una de las hojas del portón para acceder a la habitación del Rey. Hizo una gran reverencia de noventa grados antes de continuar caminando. Mingyu, por su parte, se limitó a mirar el interior del lugar por unos segundos, pues la costumbre era que Wonwoo dialogara con su padre a solas mientras él esperaba fuera, pero esta vez era diferente.

—Dile al huérfano que entre también —se escuchó hablar al Rey desde sus sábanas de seda. El chico sintió como si se hubiese tragado una piedra y le cayera desde el esófago hasta el estómago. Estaba en problemas.

Apretó los puños y con fingida resolución entró también al lugar donde descansaba el gobernador de Kaeleos. Pocas veces en su vida había tenido la oportunidad de estar dentro, y siempre era para recibir una reprimenda. Escaneó rápidamente su entorno y se dio cuenta de que no había cambiado mucho desde la última vez que lo había visitado: pesadas cortinas de terciopelo azul impedían que la luz entrara directamente por los ventanales; una enorme cama ocupaba gran parte del espacio, exhibiendo costosas y suaves sábanas de seda; un montón de sustancias medicinales se amontonaban en la mesa de noche; en las paredes había un tapiz borgoña que acumulaba polvo conforme la edad del mandatario aumentaba. Parecía que todo allí se estaba empolvando y perdiendo su contraste y brillo natural, incluso el mismo Rey.

—Ya me informaron que fuiste herido en el enfrentamiento contra Charbon —dijo el Rey, apoyándose con los codos para enderezarse en su cama, sin despegar la mirada de su hijo. El príncipe, por su parte, lo observaba con semblante inexpresivo—. ¿Tantos años te han entrenado para que te dejes rasguñar? Si vas a recibir una herida, es porque esa herida va a valer la pena, porque con ella conseguirás expandir el territorio o conseguir un preso político de otros reinos, no para que vuelvas y parezca que peleaste contra un montón de gatos.

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⏰ Última actualización: Sep 02 ⏰

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