No iba a llegar al vuelo. Corrí tanto con el peso de la maleta que no me dí cuenta de quien estaba delante hasta que boom sucedió.
-- ¡¿PORQUÉ NO TE DAS CUENTA DE POR DONDE ANDAS?!.-- Le grité enfadada.
-- Perdón? Lo dices como si fuese mi culpa. Pero si estabas corriendo como una loca.-- Dijó el chico con el que me había chocado
-- No voy a llegar al vuelo por tu culpa.
- Ay por dios, dame paciencia. Dame tu mano anda que te levanto.-- Dijó después de levantarse.
Y no, no es mentira que estaba yo tirada en el suelo enfrente de todo el mundo. Hay algún día en el que no de vergüenza públicamente?
-- No, gracias. No le doy mi mano a imbéciles.
-- Pues vale, me voy.-- Dijó recogiendo su maleta del suelo.
Le imité y una vez llegue al vuelo alhamdulilah, me senté en mi asiento al lado de la ventanilla a pesar de que le tenía fobia a las alturas.
-- Otra vez tú no, por favor.-- Escuchó una voz detrás mía, me giro y si, es el chico de antes.
-- En serio? Qué tipo de broma es esta? Ni en broma me siento al lado tuya.
-- Lo dices como si yo me muriese de ganas.-- Dijó poniendo los ojos en blanco.
-- Perdonen, por favor se pueden sentar en sus sitios.-- Pidió amablemente la azafata.
-- Perdone, no tendrían otro asiento disponible?.-- Le pregunté.
- No, lo siento mucho. El ave está lleno, podrían sentarse por favor.
-- Ehh, sí, claro. Por supuesto.-- Le dijé con una sonrisa.
La azafata se fue y el chico de antes se sentó al lado mio.
-- No quiero ni que me toques.-- Le advertí.
-- Tranquila que tampoco tenía pensado hacerlo.
Comencé a hacer dikr mientras el ave descendía para poder distraerme por lo menos un poco.
El avión ya había despegado,habían pasado como unos 20 minutos cuando empecé a notar que el avión se movía.
Una azafata nos dijo que mantuviéramos la calma que íbamos a pasar por unas turbulencias.
Empecé a entrar en pánico ya que se movía bastante,sin darme cuenta me aferré con los ojos cerrados al chico de al lado.
-- Estás bien?-preguntó algo preocupado
-- Es... ehh, es que me da miedo.-- murmuré avergonzada.
-- El qué?
-- Las alturas.
- Ahh, Venga vale tranquila todo pasará bien insha'allah.-dijo entre suspiros.
Al final me quedé dormida en su hombro.
- Eyy, ehh niña rarita.-- Escuché.
Me desperté poco a poco.
-- Ya hemos llegado.-- Me dijó el chico que tenía al lado. Al darme cuenta que seguía aferrada a él, me quité de tirón.
***
Cogí un taxi de camino a mi nueva casa y desde el taxi podía ver lo bonito que era Londres, a pesar que me dolía dejar a mi familia y amigas en España, tenía que irme para construirme un buen fúturo.
Nada más llegar a mi piso, recibí una llamada de mi hermana Ilham.
-- ¡Hola!, Qué tal va todo por ahí? -- Preguntó mi hermana y con su tono de voz ya podía deducir que estaba feliz sin mí.
-- Pues nada nuevo, acaba de llegar a mi nuevo hogar.
-- Oohh ya me harás un House toor.
Me reí, mientras dejaba las llaves en la estantería que había en el recibidor.
-- Y por ahí que tal va todo?
-- Pues, no se está la casa tranquila sin ti y me estoy comiendo un kebab con un vaso de poms sin ti.
-- Ala, ya te vale.
-- Es lo que hay, hermanita.
-- Estás en llamada con Noor?-- Escuché a mi madre de fondo.
-- Sí, Mamá.
-- Ayy, Noor querida te estás abrigando? Me han dicho que ahí ahora mismo hace mucho frío.
-- Sí, Mamá. Acaba de llegar a mi nueva casa y no hace tanto frío.
Estuve en llamada una media hora y cuando colgué, me quité el hijab, hice wudu y rece.
Este año iba a empezar el último año en mi carrera de enfermería y preferí hacerlo en un país diferente, para poder estar sola y sin distracciones.
Me puse el pijama y me fui a dormir. Mañana será un largo día.
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Fi dunya wal akhira
AcakNoor una chica musulmana que se muda a Londres para terminar de estudiar lo que más le gusta pero en un abrir y cerrar de ojos un chico se le entre puso en su camino. Anas un chico centrado en si mismo que quiere mejorar en su iman. Será Anas el mak...