En el mundo moderno, Corea un lugar lleno de lugares mágicos y hermosos, pero también lleno de ¿peligro y muerte?
Las antiguas casas los Jeon y los Min quienes eran dueños y amos de este vasto país.
Los Min siendo descendientes directo de los primer...
Taehyung corría hacia el castillo con su hermano en brazos, el alfa cubrió la parte superior del omega con su saco. Este tenia marcas de rasguños en los hombros, brazos y torco. Al costado izquierdo se empezó a formar un gran moretón. Tenía las costillas rotas. Los muslos del omega estaban bañados en sangre que no le pertenecía. En su linda cara rasguños, un labio partido, en la mejilla derecha una leve cortada y en la esquina de su frente una herida más profunda.
"Tae..." dijo en un susurro "¿y Jin hyung?" el omega miró con los ojitos entrecerrados a su hermano.
"No te preocupes lo traen los guardias, perdió mucha sangre y necesita ser atendido" Taehyung dijo sin dejar de correr. "ya casi llegamos"
"Esta bien..." Fue lo último que dijo antes de desmayarse.
"¿Dakho? " Taehyung paro en seco su andar al percatarse de que el omega dejo de moverse. Uno de los guardias que venía tras de el se apuro a revisar al omega recibiendo un gruñido por parte del alfa.
Con cautela reviso los signos vitales del omega.
"Esta bien mi señor, solo se desmayo por el dolor"
"Carajo" el alfa retomo su camino.
En el castillo Kim se encontraban dos doctores esperando la llegada del omega y alfa heridos.
El primero en llegar fue Taehyung con Dakho en sus brazos, uno de los doctores se acercó para revisar levemente al omega.
"hay que llevarlo a su cuarto" el anciano hablo "ahí puedo atenderlo mejor, necesito ver que tan graves son sus heridas"
Taehyung asintió comenzó a caminar en dirección a la habitación de su hermano.
Minutos después cuatro guardias traían a Jin. Las enfermeras quedaron horrorizadas con la gravedad de las heridas, muchas partes del cuerpo del alfa estaban en carne viva, uno de sus brazos completamente destrozado una gran mordida en sus costillas. La sangre seguía corriendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escuchaba voces alrededor de él pero aún no lograna descifrar a quienes pertenecían y mucho menos lo que decían, parecían lejanas.
Abrió lentamente los ojos notando el techo de colores pastel con pequeños patrones qué logró identificar, estaba en su habitación.
Intentó levantarse, cuando lo intento una punzada aguda en su costado izquierda lo hizo quejarse, el dolor le regresó un poco a la realidad. Sentía la boca seca y los labios agrietados, un leve sabor a
¿hierro? ¿Óxido?... Sangre
Intentó nuevamente levantarse, se apoyo en sobre su brazo derecho, tratando de no hacer movimientos bruscos, unas manos lo ayudaron a sentarse en la cama. Levantó la cabeza para mirar a quien lo estaba ayudando. Logrando ver un jimin qué parecía cansado, agotado, con ojeras.
Apesar de su aspecto parecía estar aliviado.
"Alteza, por favor tenga cuidado." La gentil voz de jimin.
