El pecho

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En al mañana, coloco empuñado en mi pecho la mano derecha, representando mi corazón, fuerte, delicado y nostálgico. Intentando que no se saliese de mi pecho, lo sostengo con mi frágil mano izquierda, carente de fuerza y rigidez. El pecho me duele por amor, estoy tan enamorada que se me sale por la boca mientras lo saboreo con mis labios.

Ahora es mi mano izquierda, débil mientras lo protege la derecha, buscando ahora sacarlo para asistirlo. Lo aprieta y le hace bombear la sangre por mi cuerpo, mis ojos ahora de un color carmín por la sangre admiran el otro ser que agarra su pecho con su propia mano izquierda mientras la derecha impulsa sus latidos y las lagrimas le brotan por sus ojos cansados y hundidos. Él ahora pone su mano y yo la mía en el, siendo suya por siempre nos besamos y nos volvemos un ser rodeado de oscuridad y frio que aviva la llama que cubre la eternidad. Entre su sangre y la mía somos quienes debemos ser, atados por el destino, enamorados.

-bruja

16/07/24

Pensamientos de una malaventuradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora