Parte cuatro

28 8 1
                                    

Andreas, el padre de Camus, se sentó en la sala de juntas, rodeado de sus empleados más cercanos. Su rostro estaba lleno de preocupación y frustración, el cual ha reflejado desde hace algunos años atrás.

- ¿Alguien tiene alguna noticia sobre Camus? - preguntó, mirando a cada uno de sus empleados.

Aunque ellos solo se miraron entre sí, pero nadie dijo nada. Andreas suspiró cansado.

- Ha pasado mucho tiempo desde que desapareció. No puedo creer que nadie sepa nada sobre su paradero.

Uno de sus empleados, un hombre llamado Sigmund, tomó la palabra de inmediato.

- Lo siento, Andreas. Hemos buscado en todas partes, pero no hay rastro de él, nadie da razón de su paradero.

Andreas se levantó de su silla y se acercó a la ventana, está vez iría a lo grande.

- Ofrezco una recompensa a quien sea, siempre y cuando tenga información sobre el paradero de mi hijo. No me importa lo que cueste, solo quiero saber que está seguro y en perfectas condiciones.

Sus empleados se miraron entre sí, sorprendidos por la oferta, pero Andreas no le importaba cuánto dinero había de por medio, solo quería encontrar a su hijo.

- ¿Alguien tiene alguna idea? - Preguntó de nuevo.

Pero nadie mencionó ninguna palabra. La sala de juntas se quedó en silencio, con solo el sonido de la preocupación y la frustración de Andreas que se notaba cada vez más.

En ese momento, la puerta de la sala de juntas se abrió y entró uno de los hermanos de Camus.

- ¿Papá, puedo hablar contigo un momento? dijo Surt acercándose a su progenitor.

Andreas se volvió hacia su hijo, esperando escuchar algo nuevo, algo que no sea el silencio de los empleados.

- ¿Qué es? - preguntó esperando que no fuera alguno de sus pedidos de dinero.

Surt tomó una respiración profunda antes de hablar - Papá, creo que deberías dejarme ir a buscar a Camus. Viajaré por todo el país, hablaré con gente, buscaré cualquier pista que pueda llevarme a él.

Andreas lo miró sorprendido. No había pensado en enviar a uno de sus hijos a buscar a Camus.

"Surt, no sé... - Empezó a decir - Suena peligroso.

Pero su hijo lo interrumpió.

- Papá, por favor. Déjame hacer esto. Quiero encontrar a Camus tanto como tú. Y si alguien puede hacerlo, soy yo. Has intentado de todo y no se ha logrado nada en todo este tiempo.

Andreas miró a su hijo, viendo la determinación en sus ojos. Tal vez era hora de dejar que Surt intentara encontrar a su hermano.

- Está bien - Dijo finalmente - Ve y busca a tu hermano. Pero ten cuidado, y manténme informado de cualquier cosa que descubras.

Surt sonrió, aliviado y emocionado por la oportunidad.

- Gracias, papá. No te decepcionaré.

Andreas sacó una gruesa suma de dinero de su cartera y se la entregó a su hijo, junto con una tarjeta de crédito.

- Para gastos y emergencias. No te preocupes por el dinero, solo concéntrate en encontrar a tu hermano.

Surt asintió, guardando el dinero en su billetera -Gracias, papá. No te fallaré.

Andreas miró a su hijo, recordando un poco el pasado. Su amada Hilda empeoró en su salud a causa de la ausencia de Camus, cada día que pasaba se deterioraba a tal grado que su corazón no pudo con semejante preocupación... Andreas, se quedó solo para cuidar a sus dos hijos. Había sido un desafío, pero siempre estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger y cuidarlos; aunque la búsqueda de Camus le llevara toda la vida de por medio.

- Hilda... - Andreas sonrió tristemente, recordando su sonrisa y su belleza. Habían estado tan felices juntos, y su muerte había dejado un vacío en su vida que nunca podrá llenarse.

Pero ahora, su hijo Camus no daba respuesta de su paradero y Andreas sentía que estaba reviviendo el dolor de perder a Hilda. No podía perder a otro ser querido. Tenía que encontrar a Camus a cualquier costo.

- Surt - Le dijo mirando a su hijo - Encuentra a tu hermano, por favor.

Surt asintió, con determinación en sus ojos - Lo haré, papá. Lo prometo.

Cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue  preparar su maleta para el viaje. Mientras doblaba sus ropas y las colocaba en la maleta, su hermana Sinmone entró en la habitación.

- ¿Dónde vas? - preguntó Sinmone, mirando la maleta.

- Voy a buscar a Camus - Respondió - Papá me dio permiso para viajar y encontrarlo.

Sinmone se acercó a la maleta y miró a su hermano con ojos ansiosos.

- ¿Puedo ir contigo? - preguntó ansiosa.

Surt dudó por un momento antes de responder.

- No, Sinmone. Papá necesita que te quedes aquí y lo ayudes. No puedo dejarlo solo en este momento.

Sinmone frunció el ceño, decepcionada.

- Pero quiero ayudar a encontrar a Camus.

Surt se acercó a su hermana y le puso una mano en el hombro - Lo sé, pero papá necesita tu apoyo ahora. Yo puedo manejar esto solo. Además, es un viaje largo y peligroso. No quiero que te expongas a eso.

Sinmone asintió, aunque todavía parecía decepcionada, realmente quería hacer algo más.

- Está bien. Pero prométeme que me mantendrás informada de cualquier cosa que descubras sobre Camus.

Surt sonrió y abrazó a su hermana - Lo prometo. Te llamaré cada vez que tenga noticias.

Surt cerró su maleta, tomó sus pertenencias y se dirigió al aeropuerto, decidido a encontrar a su hermano Camus. Mientras esperaba en la fila para pagar un vuelo, recordó los momentos de su infancia con Camus. Siempre había sido un niño soñador, fascinado por la historia de Francia. De hecho, cuando eran niños, Camus siempre decía que quería visitar París algún día.

-;¿Por qué no?-  Se dijo Surt - Es un buen lugar para empezar a buscarlo.

Así que compró un boleto de avión con destino a París, esperando que su hermano hubiera seguido su sueño de visitar la Ciudad del amor.

Mientras el avión despegaba, Surt se sintió emocionado y nervioso al mismo tiempo. ¿Qué encontraría en París? ¿Estaría Camus allí? ¿Estaba vivo? Pero sobre todo ¿Porqué escapó de casa sin decir nada?

Las preguntas se acumulaban en su mente, pero Surt estaba decidido a encontrar respuestas. Miró por la ventana del avión, viendo cómo la tierra se alejaba cada vez más, y se sintió lleno de esperanza.

- Voy a encontrarlo, Camus - Dijo - No importa lo que pase, voy a encontrarlo.

❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️

Solo te quiero a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora