VII

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La castaña lloraba mientras que su mejor amiga estaba ahí, apoyándola.

Le había limpiado los cortes, no quería que se le infectaran o algo así. Mientras Victoria le contaba como se sentía, Mariana estaba vendando sus antebrazos.

— me da miedo que Sara me deje, no me escribe desde hoy y siento que no soy suficiente. - el miedo al abandono crecía cada vez más y más, preocupandola al completo.

— si te llega a dejar, ve sabiendo que el problema no es tuyo - se pensó si seguir hablando o dejarlo ahí. — es culpa de ella, ella no te sabe comprender -

Victoria se tomó el tiempo de contarle lo que había pasado la noche anterior, y la expresión de la morena era enojo puro.

— ¿a tí tu primera vez te dolió? ¿Te sentiste incómoda? - todo en la mente de Mariana encajó, la pregunta, los cortes, el miedo al abandono.

— mera, pues no, so, se supone que es algo que se debe disfrutar por ambas partes -

La castaña fijó su mirada en un solo lugar, pensando en todo.

— Vicky, sabes que si pasa algo me puedes contar, right? -

La menor suspiró y decidió a contarle, le explicó cómo se sintió en ese momento, y cuál fue la reacción de su pareja.

— Que mierda le está pasando? Ella no era así cuando la conociste. - Victoria se encogió de hombros, no sabía como debería reaccionar — Vic, te conviene salir de ahí lo más pronto posible -

— por? -

— encima preguntas? Venía evitando decírtelo de forma tan directa, pero si te pones a pensar prácticamente abusó de ti. - respondió con obviedad, pero a la castaña le cayó como un balde de agua fría encima. No lo había pensado de esa forma, ni quería pensarlo. Su cerebro no procesaba bien todo.

No hizo más cosa que agarrar un porro que tenía en su mesita de luz y un encendedor. Pero Mariana fue más rápida.

— no voy a dejar que te drogues mientras estoy aquí - le quitó las cosas de las manos, sin dejarla reaccionar a tiempo.

Fue el pasar de unos minutos, en los que hablaron bastante.

— por qué no vas a terapia? Dónde te gastas el dinero que es para eso? - Mariana estaba totalmente seria al no obtener una respuesta, mientras victoria reía a carcajadas. Realmente no tenía razón, pero a ver. Un descuido de Mariana, como el que fue ir al baño menos de medio minuto, fue suficiente tiempo para que Victoria se consumiera unas líneas fácilmente.

Sin embargo, la morena ya lo había notado, era notorio a kilómetros la droga que ella tenía encima. Ahora, no le quedaba otra que acompañar en este transcurso a su amiga. Ella si la entendía.

understand me, that's not what I want. - young mikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora