Cap10. Donde come uno, pueden comer tres

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K.O. estaba en casa preparándose para disfrutar de su día libre como héroe y trabajador de la bodega. Muy pocas veces se alineaban con tanta perfección ambos descansos. El héroe levantaba una mancuerna mientras miraba que comer para su desayuno, tenía un sándwich submarino, cereal o un simple pastelillo. El joven héroe, después de escoger su comida, se da una ducha para comenzar la mañana con la mejor actitud y un cuerpo activo después de una ducha fría. 

[K.O.] Nadie puede contigo K.O. —dijo mirando su reflejo.

El héroe se peinaba y arreglaba su apariencia con tanta atención, cuando llego a cierta edad, K.O. parecía un poco más interesado en su aspecto, quería lucir siempre bien y aunque parecía ser simplemente un capricho de un joven que crecía. Antes de que Carol se diera cuenta, K.O. tenía mucho producto de cuidado de la piel, cabello, pastas de dientes de marca y algunas cremas hidratantes.

[Fink] Se nota que tienes ciertos hábitos de Venenoso.

[K.O.] Claro que no Fink, solo soy yo queriendo cuidar un poco mi apariencia —respondió alegre hasta que se detiene en seco abriendo los ojos de par a par —. ¡FINK! Mi desayuno —dijo triste al ver su plato vacío.

[Fink] No te preocupes, te invito a comer algo mejor, ya que tienes el día libre, pensaba que podríamos salir a comer juntos porque daba la casualidad que yo igual tengo un día libre. —Sonrisa sospechosamente amistosa.

K.O. miraba a la ratoncita y unos tres segundos se niega a aceptar desayunar con ella, él se acerca al refrigerador y nota que todo estaba vacío dentro del aparato. Fink comenta entre risa y con un tono animoso que alguien tuvo tiempo para vaciar el refrigerador del héroe. K.O. suspira tratando de no perder el control y con una sonrisa calmada, él responde a Fink que simplemente debe pedir por domicilio alimentos. 

[K.O.] Intenta encender su teléfono sin éxito—. ¿Qué le sucede a mi teléfono? —A pesar de los intentos no logra encender el dispositivo—. ¡Momento! ¡¿Y mi batería?!

[Fink] ¿Me creerías si te digo que ni yo no tengo nada que ver? —comenta con su sonrisa extraña y mirada afectuosa. 

[K.O.] Como sea, puedo ir a un kiosco en persona con mis piernas.

Fink hace una cara triste en señal de derrota, el héroe sonríe satisfecho al no ver problemas con la ratoncita. Cuando él sale de la puerta siente una terrible descarga eléctrica que sacude todo su cuerpo y deja su cabello esponjoso. 

[K.O.] ¿Qué carajos fue eso? —dijo aturdido.

[Fink] Que, no te dije que tienes un grillete especial que te electrocutara si te alejas a más de cinco metros de mí. Ups, error mío. —Saca su lengua.

[K.O.] Estás más rara de lo usual Fink. Siempre eres muy molesta o posesiva, pero eres extrañamente tú, pero con algo más que no logro descifrar. —Suspira—. Bien, tú ganas, vamos a desayunar. Pero, como ambos estamos en nuestro día libre, quiero que intente no agitar mucho el mundo. Si puedes cumplir eso, no me resistiré mucho.

[Fink] ¡SÍ! —dijo con gran entusiasmo.

El héroe se disculpa para peinarse un momento por culpa de la última sorpresa de su ahora compañera de salida inesperada. Mientras tanto, en las oficinas de Duke, el sobrino de Cosma estaba revisando en su teléfono las últimas notificaciones, siendo uno de su cliente favorito que necesitaba inflar nuevamente su popularidad.

[Duke] Señorita Rosa, por favor, si fuera tan amable, necesito a los mutantes del compuesto Z para que atormenten —Revisa el teléfono—. La calle Hush 18, a las 12 p.m. Asegúrense de mantener a las criaturas bien controladas hasta que nuestro cliente haga su aparición. 

Amando y Odiando a un HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora