Jungkook regresa de la cocina con una botella de agua, bebe un largo sorbo mientras entra a la sala en la cuál Jimin camina de un lado a otro.
—Basta, Jimin. Detente.
—¡¿Qué me detenga?! —suelta alterado—. Jungkook, es que acaso no sabes lo que se viene o no te interesa.
—No empieces a suponer cosas, Birdie —le sugiere el pelinegro a la defensiva.
—Bien, lo siento. Pero es que… él se lo dirá a mi padre.
—Eso no lo sabes, Jimin.
—De igual manera alguien se lo dirá a mi padre, este es su maldito hotel. Él va a volverse loco, se enfadara y entonces…
—¡Oye, basta! —alza su voz Jeon, luego de haber lanzado la botella al sillón para después caminar hacia el castaño—. Cálmate.
—Es solo que no quiero que de nuevo… yo… yo no quiero —tartamudea Jimin mientras el pelinegro posa sus grandes manos sobre sus mejillas, acerca su rostro y posa su frente sobre la del menor.
—Recuerdas que dijiste que confías en mí con tu vida —le recuerda Jeon en un susurro mientras sus narices se rozan sutilmente, causando que un escalofrío recorra el cuerpo de Jimin.
El más bajo asiente.
—Todo va estar bien, birdie —asevera el más alto, mirando los ojos color miel anegados en lágrimas.
—¿Por qué me dices así? ¿Qué significa? —indaga el castaño.
Jeon sonríe ladinamente y decide responder con otra pregunta—. ¿Y según tú cómo te he estado llamando?
Jimin pasa saliva con dificultad, el pelinegro es demasiado guapo tanto que con esa sonrisa ladina lo ha puesto nervioso y lo ha hecho ruborizar.
Cuando el castaño aclara su garganta acota—. Berde, berdie.
Jungkook aleja su rostro del de Jimin y no puede evitar reírse, acerca de nuevo su rostro y está vez con una de sus manos comienza a acariciar tiernamente la nariz pequeña de Park y luego sus mejillas. Acariciando de manera lenta y dulce la piel con las yemas de sus dedos musita—. Birdie en alemán significa pajarito.
Los ojos color miel de Jimin ven con confusión a Jeon, él sonríe de nuevo y en el mismo tono se dispone a explicarle porque lo llama de esa manera.
—Resulta que tú eres un lindo pajarito. Mi lindo pajarito —masculla sin dejar de acariciar el rostro del contrario—. Y yo, bueno, he decido atraparte en mi jaula especial.
El pelinegro extiende un poco el brazo con el que no acaricia el rostro de Jimin para tomar una de sus manos y de manera lenta llevarla hasta su pecho y posarla en el centro.
—Está jaula es solo tuya, y tú eres solo mío —gesticula Jungkook para luego abrazar a Jimin—. Ahora salgamos de aquí antes de que tú padre aparezca.
—Estoy de acuerdo, pe-pero necesitamos hablar, Jungkook.
—¿Sobre qué? —pregunta de manera sarcástica, Jeon. Entrelazando su mano con la del menor.
—Sobre esto —dice Jimin exaltado, alzando sus manos. —Sobre nosotros —enfatiza mientras salen del apartamento.
—Sobre nosotros —repite Jungkook complacido.
Jimin lo mira y resopla, no puede creer que actúe relajado y divertido.
—Madura Jeon —balbucea Park, mientras viajan en el elevador.
—¿Jeon? Tú no puedes llamarme, Jeon —lo reta el pelinegro dolido.
—¿Estás bromeando? Es tu apellido.
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Élite
RomanceDonde Jimin es hijo de un multi millonario y Jungkook un boxeador en ascenso. Su historia empieza luego de aquella cena de presentación en la élite. ¿Quieres ser parte de la élite? ¿Qué tan dispuesto estás a dejarlo todo? Para ser parte de la élite...