Dos.

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Suspiré. —Michelle..
—Shhh.—Me calló. —Tienes que conocer gente o te vas a hundir en este pueblo, te lo aseguro.

Me quedé callada. Supuse que ella sabía más que nadie como era este lugar.

Michelle manejó unos cuantos minutos hasta llegar a un lugar escandaloso con muchas luces. Para nada de mi agrado.

—¿Esto es un bar?—Pregunté, incómoda.

—Algo así.

—Realmente prefiero pasar. Soy menor de edad.

—¿Y crees que yo no?— Sonrió Michelle, sacando una caja de cigarros del bolsillo de su abrigo.—¿quieres?

Negué con la cabeza, constantemente repitiéndome en donde me metí.

—Vamos, prometo que va a ser divertido.

Suspiré y me bajé del auto, dirigiéndome hacia el ruidoso lugar lentamente.

Cuatro chicos y dos chicas salieron del bar a recibir a Michelle, unos con abrazos y otros con palmadas en la espalda. Uno de ellos en particular, con un gran parecido con Michelle a diferencia de su altura, habló.

—¿Quien es tu amiga, Chelle?— Preguntó.

—Oh, la conocí como hace media hora. Es nueva en el pueblo.

Yo estaba escondida detrás de ella. Realmente no quería socializar. Michelle me jaló para moverme al frente y presentarme.— Ella es... ana?

—Anneliese..—Dije en voz baja. Ya empezamos con los errores al pronunciar mi nombre.

—¡Anneliese! Ella es anneliese muchachos.—Dijo, dándole una calada a su cigarro.—Bellísima, no es cierto?

—¿Está borracha?— Preguntó el chico con un parecido a ella.

—Tu deberías saberlo. Tu la conoces más que yo.

—Qué pedazo de actitud.—Se queja sobre mi —Debe estar borracha

¿Me metí en el auto de una borracha?

—Este es Dexter, Anne.— Dijo Michelle, abrazándolo por el cuello de manera lateral—Es mi hermano.

Asiento y aparto la mirada.

Todos empiezan a caminar hacia el bar y una chica se queda atrás conmigo.

—No sé cómo la soportas cuando está borracha.

Me quedé en silencio.—No sabía siquiera que lo estaba.

—Cuando lo está, es una máquina de llamar la atención. Una vez, estaba tan borracha que empezó a gritarle a las paredes que le pusieran atención.

Me reí.

—Soy Jennifer.—Me extendió la mano y la sacudió.

Correspondí y entramos juntas al bar. Me sorprendió la atmósfera brillante que rodeaba el lugar, la gente parecía disfrutar si tiempo allí.

Jennifer me guió a la mesa donde estaban todos. Habían aproximadamente tres botellas de alcohol encima de la mesa, todos tomando un trago.

Me quedo quieta antes de sentarme, Jennifer me mira extrañada.

—¿Vodka, whisky, bailey's tal vez?— Me ofrece otro de los chicos.

—No gracias.—Contesté.

Jennifer se acerca a mi y susurra en mi oído.

—¿Si has venido a un bar, no es así?

Me quedo en silencio y la miro a los ojos.

—Mierda.—Contesta.—No te va a encantar el plan de hoy.

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