Esta historia es original, contiene temas delicados y también, más que una relación romántica, será como paternal. Ya sé que suena raro, pero x disfruten, espero les guste. Gracias ^^. Si te interesa de qué va a tratar esta historia, entonces entra...
Melissa, no te sientas mal. Estaré aquí para ayudarte en todo Melissa
—Gracias —respondió Regina con un bostezo, al que Melissa pronto imitó.
—Deberíamos dormir, aunque sea temprano. Tengo mucho sueño —dijo Melissa.
Sí, está bien. ¿Quieres abrazarme no?
—Claro, me encanta abrazarte. Mi madre nunca me dio afecto físico. Las pocas veces que yo la abrazaba, luego me apartaba a un lado. Pero ahora es diferente; según ella, ha cambiado.
Lamento mucho eso.
No es tu culpa. Solo dame tu afecto dijo Melissa, sonriendo.
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Melissa se acercó a Regina con una sonrisa cálida y la abrazó con suavidad. Sentía el calor y el consuelo que siempre había anhelado, algo que nunca recibió de su madre. Regina, aunque cansada, también sonrió y le devolvió el abrazo.
Gracias, Melissa susurró Regina mientras cerraba los ojos, sintiéndose segura por primera vez en mucho tiempo Me alegra que estés aquí,
Yo también, Regina respondió Melissa, acurrucándose más cerca Te protegeré y estaré contigo, siempre.
Ambas se acomodaron bajo las sábanas, abrazadas, encontrando consuelo y tranquilidad en la presencia de la otra. Poco a poco, se fueron quedando dormidas, dejando que el agotamiento del día se desvaneciera en el calor de su mutua compañía.
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Mientras tanto, Carlyle y Sam notaron que ya eran las 12.
¿Y ahora qué, Valeria? —preguntó Carlyle.
Vamos a donde nos quedamos, Sam. Vengan antes de que se den cuenta dijo Valeria.
—Olvidé que las Santas del Sol podían esconder su brillo —comentó Valeria.
—Jeje, no es por presumir, pero no podemos bajar la guardia. Hay que aprovechar la tormenta —respondió Carlyle.
¿Aquí es donde íbamos a escarbar, no? preguntó Valeria.
