Sus pies descalzos avanzaban por el rumbo que el viento le indicaba. La sangre que escurría desde su cabeza, pasando por el lado derecho de su rostro había dejado de gotear hace algunas horas, quedando como un camino de sangre seca.
El rojo opaco de la sangre manchaba el blanco de su cabello, y celeste de sus ojos, haciéndolo lucir extrañamente sombrío para un niño. La herida aún dolía, y las piedritas clavándose en la planta de sus pies también, pero era seguro que no volvería a lo que (nunca) fue un hogar.
El viento seguía soplando con fuerza, empujándolo a seguir por el sendero que eventualmente llegó a un extraño y sombrío bosque. Un escalofrío recorrió su cuerpo ante el repentino cambio de temperatura, allí era incluso más frío que el mismo viento.
Pero en realidad no importaba ya. La única razón por la que su muerte lograria importar, era por ser el primogénito del clan Gojo, el más importante hasta esa época, fuera de eso, a nadie le importaba su vida, o en su defecto, si fallecía.
Su cuerpo se remueve con frío en la humedad del bosque, y sabe que sus pies lastimados no podrán seguir avanzando, se deja caer sentado al suelo, aprovechando que el dolor ahora está en segundo plano, opacado por el entumecimiento y el shock.
Apoya su espalda en uno de los troncos de los grandes árboles que hacen lucir todo sombriamemte oscuro, y sus ojos celestes observan con atención a un punto muerto.
Sería la primera noche que pasaría fuera de las paredes de su clan; y por más extraño que sonara: ese bosque lo hacía sentir extrañamente bienvenido.
En el bosque arcano residían los secretos de la magia, fluia como un río entre las raíces y ramas de los árboles, manteniéndose en pie por sí mismo. Era uno de los pocos lugares en pie donde la magia era libre, y por sí mismo, el bosque mantenía un campo protector que evitaba la entrada a algún intruso de malas intenciones.
Era protegido por una bruja: Sukuna, ella fue quien protegía ese bosque con uñas y dientes, siendo capaz de despedazar a aquellos que representaran una amenaza a la poca magia que aún permanecía viva.
Un pequeño pueblo había sido establecido a las afueras de ese bosque, donde residían en su mayoría híbridos o criaturas sobrenaturales, siendo muy poco común ver humanos. Las leyendas decían que todo aquel que tuviese un ápice de magia en sus venas, tarde o temprano sería llamado por el bosque.
Una pequeña cabaña se escondía entre los árboles, una construcción simple, pero majestuosa, similar a un templo, y en realidad eran los escombros de uno levantados nuevamente.
A pesar de ser una bruja de cientos de años, convive actualmente con humanos y criaturas inferiores a ella, al principio era únicamente por proteger el bosque, pero acogió bajo su proteccion a aquellos que rendían un tributo a su persona, otorgándoles seguridad de que todo permanecería en orden mientras fuese la sagrada guardiana de ese lugar.
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Two hearts, One curse ┊ jujutsu kaisen
Fiksi PenggemarGOSUKU┃No hay peor maldición, que aquella que se forma de dos corazones. La temida bruja que salvaguarda el bosque arcano logra sentir un extraño desequilibrio entre la magia que fluye con libertad: la presencia de un humano perdido y lastimado. Suk...