II

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Lo vio desaparecer por la multitud después de haberle dado la mano. Volvió a maldecir por lo idiota que fue con su ex pareja pero ya no había vuelta atrás ahora debía de encontrar al traidor en toda la multitud.

Sabía que sería algo difícil pero no se dará por vencido. Lo que menos se esperaba era que Kaku volvería con el tipo inconsciente.

Maldijo por tercera vez. Ya esto era demasiado, su día terminará cómo una mierda por todo lo que le ha pasado y todo por Sabo; aquel revolucionario lo tenía tan confundido.

Cómo si fuera un adolescente encontrado por primera vez lo que es el amor.

—¿Y esa cara? —kaku dijo mientras intentaba no reírse, sabía el porqué de esa cara amargada pero no iba a decir que fue por su culpa de habérselo encontrado por mandarlo hacia aquel lugar.

—Podemos irnos ya.

—¿Tan pronto? —preguntó dejando el cuerpo inconsciente en el suelo—. Vamos por unos Sake; además este hombre corrió demasiado rápido. —se limpio la frente con la mano.

Lucci negó y se fue directo hacia el barco. No, él no podía quedarse aquí y menos si ese Rubio estaría merodeando por estas zonas. No era estúpido, sabía que él no le iba hacer caso por lo terco que es.

Estaría mejor en su habitación hablado con Hattori y escribiendo poemas que nunca entregaría por motivos desconocidos.

De pensar tambien en Hattori Se dió de cuenta que no estaba en su hombro y tampoco cerca suyo. Lo busco con la mirada pero fue no hubo rastro de él.

Al estar en el barco iba directo hacia su habitación pero se detuvo cuando Hattori volvió a su lado con algo en el pico.

—¿Qué traes hay? —tomó la carta sin importar lo que la paloma se quejaba por su mala educación.

Lucci abrió la carta y la leyó en voz baja.  Al finalizar de leer; fulmino con la mirada a Hattori.

—Dormirás en jaula está noche.

Hattori hizo sonidos de negación para después alejarse indignado por solo hacerle un favor al Rubio.

Ahora Lucci se encontraba más cabreado por lo que su amigo había traído. No aceptaría aquella invitación. Arrugó el papel y lo guardo en unos de sus bolsillos traseros.

Se daría un baño y luego iría a su cama para dormir. Ya fue demasiado y quiere solo descansar para no pensar en todo lo ocurrido.

Mientras se bañaba un recuerdo se le pasó por la cabeza.

Él tomándolo de la cintura para luego profundizar se en un beso lento y apasionado. Escuchando aquellos gemidos que para él es cómo melodías en una noche estrellada.

En cómo le rogaba por más y éste le daba sin parar hasta que uno de los dos se viniera primero. Para él habían sido unos momentos maravillosos pero después de lo que sucedió entre ambos aquello momentos se fueron a la basura. 

Negó con la cabeza. ¿Pero que hago? Se preguntó.

Otro recuerdo volvió a él donde se había escapado con el Rubio hacia una isla para pasar su aniversario.

Un día soleado en la arena haciendo un picni y besándose. Lo mejor que ambos le había pasado sin importar lo que ocurría en el mundo exterior.

Gruñó ante lo recordado, ¿por que lo seguía haciendo? Debía de olvidar esos recuerdos.

Salió del baño para cambiarse y poder dormir; antes de tomar una prenda su mirada se desplazo hacia el papel que se encontraba ahora tirado cerca de su ropa sucia.

Otro gruñido volvió hacer para luego acercase a su armario y tomar una prenda nueva para salir. Se arrepentiría de lo que iba hacer pero tampoco quería quedarse con la duda.

(...)

Se encontraba esperando en la barra mientra tomaba vino. Seguia pensado si esto era buena idea pero en su subconciencia le decía que no. Que se iba arrepentir de la peor manera.

Duró unos cuantos minutos y se arrepintió decidió levantarse pero volvió a sentarse cuando dos brazos rodearon su cuello.

—¿A dónde ibas lindo? —susurró Sabo para luego plantarle un beso en el cuello haciéndolo erizar.

Lucci se estremeció al sentirlo tan cerca después de tanto "tiempo" pero no debia mostrar señales de debilidad ante el rubio; iría al grano de ésta dichosa invitación para acabar con esto de una buena vez. Así que compuso su postura, tomó las manos de Sabo y las alejó de su cuello.

—Puedes empezar hablar del porque sobre ésta invitación. —lo miró fijamente a los ojos, sabía que si lo miraba de pies a cabeza ya caería de una pero se contumbo—. No puedo quedarme mucho tiempo.

Sabo embozo una sonrisa y antes de contestar pidió una copa de vino para acompañar a su ex pareja con los tragos.
Miró de pies a cabeza en el lugar donde estaba sentado, se mordió el labio al verlo tan caliente con ese traje que llevaba.

—¿Por qué te fuiste? —preguntó sin dejar de mirarlo de esa manera.

Lucci casi se ahoga con el vino al escuchar aquella pregunta. ¿Por que lo hizo? Facil; había cometido un error al haberse enrollado con él después de su ruptura. Después de haberse prometido que no lo volvería hacer al final no cumplió con su promesa.

—Sabes que esto ya no es lo mismo de antes. —dio un suspiro pesado—. Ya no somos parejas, tú debes de rehacer tu vida con alguien más.

Al decir eso; un nudo en la garganta se hizo presente. Se sintió cómo la vez que terminó la relación por aquella discusión no absurda pero algo hiriente para ambos.

Sabo no cambió su sonrisa ante lo dicho; bebió de su copa para después dar un suspiro pesado. Esas palabras se les clavó cómo una estaca a su corazón pero debía ser sincero.

—Lo sé pero, ¿no podemos volver ha ser amigos? —miró de reojo a Lucci para volver su mirada a su vino y jugar con el.

El silenció entre ambos se hizo presente aunque hubiera más personas a sus alrededores. Lucci no sabía que responder; aceptar de nuevo una amistad con él o dejarlo hasta aquí y poder seguir con su vida cómo si nada.

Pero estaba decidido.

Se levantó de su asiento y miró fijamente al Rubio que ahora se encontraba al frente suyo.

—Adios Sabo.

Continuará...

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Hola!

Un capítulo más y terminamos con ésto!

Aclaro que esto no es la continuación de "Entre tus Manos" :]

Y sin más!

¡Bye, Bye!

Attention ~ [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora