III [Final]

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Se encontraba caminando por las calles desoladas después de haber tenido esa conversación con el Rubio.

Por un lado su conciencia le decía que había hecho lo mejor y que no pasaría malos momentos por volverlo a recordar cómo las últimas veces. Y por el otro lado estaba confundido; ya le había puesto fin a esta "distracción" que lo tenia mal pero no sabía que era.

Su den den mushi empezó a sonar; no quería hablar con nadie pero no dejaba de sonar el caracol así que no tuvo más opción.

—Habla rápido o mueres —dijo enojado mientras cruzaba hacia un callejón algo oscuro.

Vió cómo el den den mushi daba suspiros lentos se le hacía raro y su paciencia se le estaba agotando. Ya había tenido demasiado está noche.
Iba a reclamar pero una risita se Escuchó que lo hizo callar para mirar desconcertado el caracol.

—Puedes mirar al frente.

La voz sonó por todo el callejón haciéndolo mirar sin dudar. Y ahí estaba él; sentado en una roca con las piernas cruzadas y el caracol en una mano.

—Fue muy injusto que te fueras sin despedirte. Ya es la tercera vez que lo haces. —hizo un puchero para luego pararse y ir acercandose a Lucci a pasos lentos. —Y no me gusta... —tomó sus manos para entrelazarlas con las suyas.

Lucci se soltó de inmediato y se separó del Rubio mirándolo fijamente, una vena era visible en su frente por el enojo qué tenía con Sabo.

—Te dije que no quiero seguir con ésto.

—Pero, ¿por qué? —Sabo intentó acercarse pero Lucci se alejó más que hizo enojarlo.

Era algo complicado de manejar para ambos o bueno; para él. La falta de interés qué este le daba a menudo y cómo lo buscaba para satisfacerse así mismo sin preguntar o por cómo lo obligaba. No mentiría al decir que no le gustaba pero habían momentos en que el Rubio había llegado a unos límites extremos.

El sexo rudo era lo mejor cuando los dos lo querían; no cuando una sola persona se sentía falta de éste.

La indiferencia que le daba en vez de cuando fue demasiado para él. Le gustaba que en la relación ambos dieran interés no solo uno. No sabía cómo o porque Su Sabo había cambiado de esa manera y cuando hablaba del tema terminaban en peleas y ambos se alejaban por eso. Hasta que Lucci se canson y decidió terminar esto de una buena vez.

—Porque no sabes lo que quieres; por tu maldita falta de interés cuando estabas conmigo.

—Eso no es verdad. —Sabo lo tomó de la mano de nuevo para colocarsela en la mejilla. Sus ojos se humedecieron a lo dicho—. Yo todavía te quiero a tí. Estaba mal esos días, había pasado muchas cosas que no supe que hacer con todo y termine desquitandome contigo.

Lágrimas empezaron a salir de él. Lucci se sorprendió al verlo de esa manera vulnerable ante él que no sabía que hacer o decir; tampoco quería meter la pata sin pensarlo bien.

Dió un suspiro lento y atrajo al Rubio hacia su pecho para luego sentir cómo éste lo rodeaba con sus brazos abrazándolo. No sabía porque lo hacía pero se sentía un poco relajado tenerlo tan cerca suyo de esa manera.

Sintió el aroma dulce de su cabello para después plantarle un beso mientras lo reconfortaba entre sus brazos.

—Ámame porfavor...

El silenció se hizo presente en el callejón y Lucci estaba procesando lo que había dicho. Quería pero no podía perder su dignidad con ésta tentación enfrente suyo llamado Sabo.

Attention ~ [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora