YUGEN {BNHA X OC} |Corrección|

cap 49.5: Sorpresa.

— ¿Necesitas que vuelva? — inquirió curioso.

Aizawa lo había llamado por primera vez en las tres semanas que había estado faltando a Ua por su entrenamiento.

Pensó que estaría furioso con él, pero ése no parecía ser el caso.

Estaban a fines de enero. Las pasantias habían empezado hace ya un mes, pero no se sentía cómo tanto tiempo. Apenas tenia tiempo para pensar en éso ya que cada dia se concentraba en entrenar y estudiar a los héroes de la agencia.

— Ikigai tiene fiebre, quiere verte. — dijo suspirando.

— ¿Fiebre? ¿Desde cuándo? — preguntó preocupado.

— Desde ayer. Me pidió que no te llamara, pero es obvio que quiere que estés aquí. Asi que vuelve a los dormitorios por un día. Perder un par de horas de entrenamiento no te afectará teniendo en cuenta todo lo que has estado haciendo.

— Iré. — asintió, aunque no podía verlo. — Estaré ahí en... dos horas. Cuída de el hasta entonces.

Colgó y suspiró, dejando caer su cabeza en el escritorio.

Lo estaba evitando.

A todos.

Evitaba a sus amigos y a su familia. Porque verlos siempre hacia que se sintiera triste.

Le recordaba que no le quedaba el tiempo que ellos creían, y odiaba éso. Prefería no verlos a mentirles en la cara, incluso si era por su bien.

— Te ves como si odiaras la vida.

Observo a Silver sin moverse y resopló con ironía.

— Odié mucho tiempo la vida. Por años, literalmente. Intenté...acabar con ella. Y, ahora que comenzaba a disfrutarla y desearla, ya no puedo. Justo ahora que tengo personas con quien vivirla y disfrutarla, ya no hay tiempo. ¿Irónico, no? Tal vez es el resultado de por tantos años haber despreciado la simple idea de vivir. De creer que no lo merecía. El universo me está dando lo que quería, solamente que ya no lo quiero.

La mujer abrió la ventana, encendió un cigarrillo y lo vio consumirse lentamente.

— Pero en realidad nunca quisiste morir. — murmuró. — Sólo estabas asustado y cansado. Estabas en una etapa difícil, en la cual te pasaron cosas difíciles. Aguantaste un año, y luego tomaste la que en el momento pareció la mejor opción para tí. Se que te odias por éso, y porque no pensaste en los demás al tomar esa decisión. Pero nadie viviría tu vida por ti, y nadie pasaría por lo que tu pasaste en tu lugar. No fuiste egoísta.

Yuzuru se encogió en su lugar.

— Sólo decidiste tener piedad de ti mismo. ¿Lo que hiciste después?¿Decidir vivir sólamente para obligarte a sufrir lo que crees que los demás sufrieron por tu culpa? Eso fue egoísta. Tendrías que haber decidido vivir con el propósito de mejorar como persona, no de arruinarte a ti mismo. Eres el tipo de persona que cree que no merece nada. Justo cómo tu hermano, y justo cómo tu padre. Los tres son iguales. Sólo espero que Ikigai valore mas su propia existencia que ustedes.

•••

Los observo a todos anonanado.

Mina colocó el gorrito de cumpleaños sobre su cabeza con una sonrisa inmensa mientras Izuku sostenía el pastel frente a él.

Ikigai lanzó confeti, y todos sus compañeros exclamaron al unísono un feliz cumpleaños lleno de emoción.

Titubeó, sonriéndo duvitativamente.

Lo había olvidado completamente. Era 27 de enero, su cumpleaños.

— ¿Estas sorprendido? — inquirió Ikigai con emoción.