La verdad oculta

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En el plató de "La Hora del Salseo", Leire Ximénez esperaba ansiosamente noticias de Jorge. Habían pasado más de dos horas desde que salió en busca de la exclusiva, y aún no había recibido ninguna llamada de él. Algo no estaba bien.

-¿Has oído algo de Jorge? -le preguntó a uno de los técnicos de sonido, que negó con la cabeza.

La preocupación de Leire crecía. Decidió mandar a otro colaborador, Raquel, para que fuera a buscarlo. Mientras tanto, trató de mantener la calma y seguir con el programa, pero su mente estaba en otra parte. Tenía la sensación de que algo terrible estaba a punto de suceder.

Raquel llegó a la peluquería y se encontró con la misma escena que Jorge: el local cerrado y un ambiente extraño en el barrio. Pero a diferencia de Jorge, ella decidió llamar a la policía antes de hacer cualquier otra cosa. Les explicó que uno de sus compañeros estaba en el interior de la peluquería y que temía por su seguridad.

Mientras esperaba, decidió investigar por su cuenta. Siguiendo las indicaciones de unos vecinos curiosos, descubrió el pasadizo en la tienda de antigüedades. Con el corazón latiendo con fuerza, se adentró en él, esperando encontrar a Jorge.

Al llegar al final del pasadizo, escuchó un ruido procedente del sótano. Bajó las escaleras y encontró a Jorge tirado en el suelo, inconsciente. Un fuerte olor químico impregnaba el aire, lo que le hizo cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo. Con dificultad, arrastró a Jorge fuera del sótano y lo llevó a la trastienda, donde trató de reanimarlo.

-¡Jorge, despierta! -susurró, golpeándolo suavemente en la cara.

Jorge abrió los ojos lentamente, desorientado. Su cuerpo estaba débil y sentía un fuerte dolor de cabeza, pero lo peor era la sensación de pánico que lo invadía. Recordó el diario y la puerta cerrándose, y supo que tenían que salir de allí cuanto antes.

-Raquel, tenemos que irnos -dijo con voz débil-. Clara... Clara no es quien dice ser.

Antes de que pudieran moverse, la puerta de la trastienda se abrió de golpe, y Clara apareció, con una expresión fría en el rostro.

-¿Qué creéis que estáis haciendo? -preguntó con voz gélida.

Raquel y Jorge intercambiaron una mirada rápida. Sabían que no tenían muchas opciones. Intentaron levantarse, pero Clara se movió más rápido. Cerró la puerta de la trastienda y se acercó a ellos con una mirada amenazante.

-No deberíais haber venido aquí -susurró-. Ahora no tenéis otra opción que quedaros.

Jorge intentó hablar, pero su cuerpo no respondía. El olor químico había dejado sus músculos débiles, y apenas podía mantenerse en pie. Raquel, por su parte, se colocó delante de él, dispuesta a defenderlo como fuera necesario.

El Último Reportaje: Misterios de la peluquería Donde viven las historias. Descúbrelo ahora