Capitulo 47: Cita en la piscina y reencuentro con la maldad del mundo

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Me había despertado temprano en la mañana para comenzar a entrenar. Estos días había descuidado mis entrenamientos diarios, pero ahora mismo, a las afueras de los dormitorios, me encontraba haciendo estiramientos mientras esperaba a la persona que, desde el día de hoy, se uniría como mi acompañante.

Después de unos diez minutos de espera, la persona en cuestión llegó.

—A-Arata-kun... lamento la tardanza.

La que me habló no era otra que Sakura Airi, el proyecto en el que estoy trabajando actualmente para convertirla en una verdadera estudiante de élite.

Después de lo de Yamauchi, Airi me pidió que la ayudara a entrenar para mejorar su condición física, y no es para menos; en el examen de la isla, su rendimiento físico dejó mucho que desear.

—Buenos días, Airi. ¿Dormiste bien? —pregunté mientras seguía estirando mis brazos.

—S-Sí, muy bien, gracias por preocuparte.

—Me alegro. Ahora vamos a comenzar, pero primero tienes que estirar. Si no lo haces, te puedes lesionar.

—¡Sí!

Airi comenzó a hacer estiramientos de manera bastante torpe. Mientras la observaba, no pude evitar tener un tic nervioso. Como detalle a resaltar, mientras los hacía, su gran pecho era más pronunciado de lo habitual.

Cuando empezó a hacer estiramientos con las manos al suelo, sus pechos rebotaban de arriba hacia abajo. Rápidamente aparté la mirada; eso era demasiado para alguien que hace poco está experimentando una vida sexualmente activa. Demasiado peligroso.

Luego de unos minutos de estiramientos, ya estábamos listos para comenzar.

—Ahora vamos a trotar un poco, no será demasiado; aún debes acostumbrar tu cuerpo poco a poco.

—Está bien...

—Lo otro, si te sientes ahogada, no dudes en decírmelo.

—Sí.

—Comencemos.

Ambos comenzamos a trotar a un ritmo lento. Para mí, esto es una tarea fácil; podría estar así todo el día. La única vez que llegué a sentir fatiga extrema fue en la isla, pero en ese momento, Ishiguro me engañó haciéndome creer que Kirishima podría atentar contra la vida de Honami. Fue la primera vez que me había quedado sin aliento a ese nivel.

Por otro lado, Airi... No llevábamos ni diez minutos y ya estaba mostrando signos de agotamiento. Ahora que lo pienso, a veces Honami me habla sobre que tiene dolores de espalda, muy probablemente por sus pechos. Aunque a la vista el deseo de tocar unos pechos grandes es tentador, para las chicas que cargan con ellos debe ser una vida bastante complicada. No solo por las constantes miradas de los hombres, sino también por el peso extra.

Airi tiene un pecho más grande que Honami. Me pregunto...

—Airi, te puedo hacer una pregunta —hablé sin dejar de trotar.

—Aah... Aaahm... Aaah... Ang... S-Sí.

Creo que escuchar sus gimoteos por la fatiga me hizo tener una reacción natural que cualquier chico sano tendría. Una escena pasó por mi mente, una que alejé inmediatamente de mi cabeza.

—De casualidad, ¿sufres de dolores de espalda?

—Aah... A veces... sí.

—Ya veo.

Lo tendré en consideración para sus entrenamientos.

Cuando llevábamos unos veinte minutos, nos detuvimos a descansar en el parque, bueno, más que nada por Airi, que necesitaba un respiro.

Magnum Opus - Classroom of the Elite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora