Quería ayudar a Choi Je-ha, pero, irónicamente, en este sueño absurdo, yo era el principal instigador.
"¿Cómo es posible que en mis propios sueños yo, la víctima, me convierta en el agresor?"
Era evidente que Cha Eun-sung, el verdadero agresor, no prestaría atención a ninguna de mis supuestas 'pistas', por más que intentara comunicarlas. De hecho, lo más probable es que sospechara de mis intenciones y me acosara aún más, interrogándome sobre mis motivos ocultos.
Sin embargo, no podía ignorar el hecho de que alguien estuviera encerrado, así que decidí, tras mucha deliberación interna, que lo mejor sería abrir la puerta en secreto y huir rápidamente, evitando cualquier confrontación innecesaria.
Consciente de que podría despertar en cualquier momento, sabía que debía darme prisa.
—Oye, ¿vas a venir o no?
Fingiendo desinterés, señalé deliberadamente hacia un callejón al otro lado de la puerta de la escuela.
—Me voy por aquí.
—¿Qué dices? ¿No vas al cibercafé?
—No, no voy. Tengo que ir a la academia.
—Este tipo debe estar poseído.
—Déjalo, está claro que el diablo se ha apoderado de él.
Observé cómo se alejaban, sus espaldas volviéndose cada vez más pequeñas, confirmando que mi engaño había funcionado.
Una vez que estuve seguro de que habían desaparecido completamente de mi vista, salí disparado del callejón y corrí hacia el interior de la escuela.
>¡Tap, tap, tap, tap!<
Mis pasos apresurados resonaron por los pasillos de la escuela, donde solo las luces de emergencia permanecían encendidas, creando un ambiente inquietante y surrealista.
"¿Dónde está? ¿Dónde demonios lo han encerrado?"
Mi hermano debería haber escrito una sinopsis más detallada.
Por más que me esforzara en pensar y observar cada rincón, no tenía idea de dónde podría estar encerrado Choi Je-ha. La incertidumbre me carcomía por dentro.
"¿Desde cuándo los sueños son tan vívidos que hasta se siente la falta de aire? ¿Esto es realmente un sueño?"
El dolor en mi pecho era tan intenso que sentía como si mis pulmones fueran a desgarrarse. Al ser mi primera experiencia con un sueño lúcido, no estaba seguro si esta sensación de dolor y agotamiento era normal o no. Sin fuerzas para seguir corriendo, me detuve en mitad del pasillo y, mientras recuperaba el aliento, fijé mi mirada en el frente, donde un cartel indicaba 'Sala de profesores'.
Temiendo que algún profesor pudiera estar aún en la escuela, me agaché y me escondí. En esa posición, intenté imaginar lo que Choi Je-ha podría haber experimentado momentos antes.
"Incluso si lo golpearon, no creo que hayan podido arrastrar a ese grandullón y encerrarlo así como así."
Siendo el más alto y musculoso de todos los personajes, la idea de que se dejara llevar obedientemente no tenía sentido. Si hubieran intentado forzarlo, seguramente habría opuesto resistencia. Y en una escuela que no estuviera completamente vacía, sin duda algún profesor habría escuchado el alboroto. Por lo tanto, era ilógico pensar que Choi Je-ha pudiera estar encerrado en algún lugar de la escuela.
"Esto significa que Choi Je-ha caminó por su propio pie hasta el lugar de la emboscada..."
Más que vagar sin rumbo, lo más sensato sería empezar por los sitios donde pudiera haber alguna pista. Como lo único que sabía era que Choi Je-ha y Cha Eun-sung pertenecían a la clase 2, decidí empezar a buscar por allí.
