Misterio De Ojos Grises

Capítulo 29: Traición pt.2

Entre tanto forcejeo de Alyanne por liberarse de las cuerdas que aprisionaban sus muñecas, su piel enrojeció por la irritación. Una vez soltó toda la ira contenida, cayó al suelo sin más fuerzas para luchar. No sabía que hacer, se sentía ahogada bajo tanta presión, aunque lo único que tenía claro era que no podía confiar en esos desconocidos que “trataban de ayudarla”. No les había importado su seguridad cuando la enviaron de regreso con Keyreck. Además habían permitido que su hija fuera secuestrada, aún cuándo le habían dado su palabra de que estaría a salvo a cambio de su cooperación con ellos.

​​​​​Era frustrante no tener las condiciones necesarias para mantener a su hija lejos del peligro que corría debido a su origen. Impotencia era lo que su cuerpo y mente sentían en ese momento. Viendo cómo único camino viable dar información valiosa sobre alguna casa de seguridad importante de Keyreck. Se limpió las lágrimas que habían caído por sus mejillas para luego ponerse de pie.

—Necesito algo para escribir —dijo sintiendo un nudo en su garganta. Recordar lo feliz que había sido con Keyreck en el pasado le traía nostalgia. Sin embargo, la felicidad no era eterna, si fuera así, ella no estaría en esa situación actualmente. Cameron se acercó con una hoja de papel y un lápiz.

—¿Es suficiente con eso? —preguntó el detective entregándole ambos objetos, la guío hacia la mesa para que pudiera apoyarse y escribir mejor. Alyanne no le respondió, simplemente se concentró en su objetivo.

—Hay una casa, en la ciudad de Westminster. No estoy segura de en qué país es eso, pero sé que las coordenadas son 51°30′04″N 0°08′31″O / 51.501, -0.142. Keyreck le llama la Casa azul y es una de las más importantes que tiene —ella habló pausadamente mientras le entregaba la hoja de papel a Cameron.

—Westminster es una ciudad de Inglaterra. ¿Estas son las coordenadas de esa casa? —preguntó el detective con el ceño fruncido. Alyanne asintió.

—Sí, es la única de la que conozco las coordenadas exactas. Nunca me interesó saber nada de sus negocios. Esto es todo lo que puedo hacer para ayudarles. —Ella suspiró pesadamente.

Tras decir eso, la puerta fue abierta de inmediato y Colton quién había salido de la habitación dejando a Alyanne a solas con Cameron, entró con una computadora en sus manos. Había estado escuchando toda la conversación de ambos a través de la cámaras de seguridad. Sonriendo se acercó a Alyanne y le dio una cachetada que le dejó un fuerte ardor en la mejilla.

—¡Eres un animal, maldito hijo de perra! —gritó ella frotando su mejilla, tratando de aliviar el ardor que sentía.

—¿Me crees tan estúpido como para darme falsas coordenadas? No estoy jugando, niñita. Hay muchas vidas en juego —dijo encolerizado Krisher. Su rostro se tornó ligeramente rojo. Alyanne le devolvió la cachetada con fuerza. 

—A mí no me hables así, y no te atrevas a ponerme un mano encima otra vez o te la corto —dijo ella amenazante—. ¡Esa es la ubicación correcta! No sé nada más —habló seria. Colton levantó la mano para golpearla nuevamente, pero ésta vez, fue Cameron quien lo detuvo.

—No te atrevas Colton, ya tenemos la ubicación, debemos iniciar el operativo —habló Cameron con cautela.

—Estamos hablando de la ubicación del Palacio de Buckingham, Cameron. Si de verdad estas son las coordenadas correctas, estamos jodidos —respondió Krisher mirando al detective.

—¿Qué es el Palacio de Buckingham y por qué es tan importante? —preguntó Alyanne sin entender a qué se debía tanta tensión en el ambiente. Tanto Cameron como Colton la miraron enarcando una ceja.

—¿No sabes qué es eso? ¡Es donde vive el puto rey de Inglaterra! Maldita sea, si la influencia de Khall llega hasta el Reino Unido será imposible atraparlo —dijo Colton con frustración.