Capítulo 3: ¿Soy un cabrón?

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"Bueno, duele..." Su Ziyi sintió un dolor agudo en la cabeza mientras aún estaba consciente, lo que lo hizo desmayarse nuevamente antes de que pudiera despertarse por completo.

Y esto también lo hizo completamente inconsciente de que su voz sobresaltó a las personas a su lado.

"¡Dios mío! ¿Este tipo no estaba respirando hace un momento? ¿Por qué está vivo otra vez? ¡¿Es un cadáver?!" Después de ver a la persona en el suelo quedarse inmóvil nuevamente, puso su dedo debajo de la punta de la nariz de la persona para asegúrese de que la persona todavía respiraba. Gritó un joven delgado con una cara redonda. Miró a otro joven con una cara sombría a su lado y estaba un poco confundido: "¿Qué debemos hacer ahora? Hermano Bian Qing."

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Apretó el puño y se mordió el labio inferior. Bian Qing también estaba muy asustado en ese momento.

En el pasado, Su Ziyi no participó en el parto, por lo que simplemente lo golpeó y regañó a él y a su hijo Su Yulang. ¡Pero no esperaba que cuando regresó hoy del campo, viera a Su Ziyi golpeando a su hijo en la cabeza con un palo tan grueso como su muñeca! Aunque su nivel de cultivo era bajo, podía ver claramente que el poder espiritual de Su Ziyi estaba mezclado con el palo de leña. ¡Con este golpe, Su Yulang quedaría discapacitado incluso si no estuviera muerto!

Desesperado, Bian Qing levantó la herramienta que estaba usando para recoger hierba y la aplastó. Inesperadamente, no solo le quitó el palo de la mano a Su Ziyi, ¡sino que también lo abofeteó! Ya sabes, aunque no es tan bueno como Su Ziyi, todavía está en el tercer nivel de entrenamiento de qi. Hizo tanto esfuerzo que noqueó por completo a Su Ziyi.

Y cuando Su Ziyi cayó al suelo y no se levantó durante mucho tiempo. El estado de ánimo de Bian Qing comenzó a calmarse. Miró a su pequeño Shuang'er que todavía estaba sentado en el suelo llorando. Respiró hondo unas cuantas veces y se acercó. Luego, antes de caminar unos pasos, vio venir un charco de sangre. ¡Desde la parte posterior de la cabeza de Su Ziyi!

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Esto hizo que Bian Qing se diera cuenta por completo de que algo andaba mal. Corrió hacia adelante con un paso fuerte, se arrodilló sobre una pierna al lado del cuerpo de Su Ziyi, estiró los dedos para sentir tentativamente la respiración de la otra persona, pero descubrió que no había ninguna fluctuación. Parecía que la otra parte ya estaba muerta el rostro de Bian Qing se puso pálido de miedo y cayó al suelo. Luego, después de escuchar el llanto del niño, de repente se levantó y salió corriendo con el niño en sus brazos.

¡Ve, ve más lejos, que nadie te atrape!

Pero sin pensar, simplemente salió corriendo a menos de treinta metros de distancia, Yang Xu, que hoy estaba buscando a su amigo con una canasta de verduras, salió de la intersección y agitó los brazos hacia la gente apresurada para saludar con entusiasmo: " ¡Hermano Bian Qing!" Esta llamada interrumpió toda la racionalidad de Bian Qing. Se quedó allí en estado de shock, sosteniendo al niño que aún lloraba, hasta que Yang Xu, que se dio cuenta de que algo andaba mal, dio un paso adelante.

Más tarde, con el consuelo de Yang Xu, Bian Qing se calmó poco a poco. Miró al mejor amigo que había hecho cuando llegó a la aldea Luoshan, llevó a la otra persona de regreso al patio con cierta complejidad y le contó todo.

Después de que Yang Xu maldijo amargamente a Su Ziyi, él también estuvo en problemas. Aunque Su Ziyi no fue bienvenido en absoluto en la aldea de Luoshan y se podría decir que no era digno de ser amado, esta seguía siendo una vida humana. Una vez que fue descubierto y llevado al gobierno, Bian Qing no pudo eludir la responsabilidad sin importar cuán buenas fueran sus excusas.

Me perdí en otro mundo y un loquito me robó. [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora