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Mike y Acenix tenían sus diferencias, claro, al ser un perro y un gato obviamente sería complicado llevarse bien, Víctor y Trollino trataron de darles un pequeño empujón, pero ellos no cooperaban, siempre que conseguían estar un segundo en paz lo arruinaban discutiendo y buscando algo malo de que quejarse el uno con el otro.
Era algo noche, Víctor tenía una fiesta y Trollino tenía una reunión inesperada de trabajo, nadie se encontraba en aquella gran mansión, muchos salieron, otros fueron de viaje, y algunos simplemente se esfumaron, solo quedaban aquellos cuatro.
Trollino no dejaba de caminar en círculos en la sala mientras que víctor estaba sentado, el azabache se encontraba intranquilo.
—Hey, ¿estas bien? No paras de dar vueltas como hace diez minutos.— Comentó el castaño algo confuso.
—No, no estoy bien, tengo que salir de urgencias, y no hay nadie que cuide de que Mike destruya la mansión.— Contestó el azabache paranoico, quizas sea algo dramático, pero con un perro como Mike cualquiera estaría así.
—Creo que estoy en el mismo problema, no me agrada dejar así a Acenix, aveces araña mis muebles por estrés, necesito mantenerlo ocupado.— Dijo el de ojos verdes, y ahí algo se les ocurrió algo a los dos adultos, son consientes de que la relación entre Mike y Acenix no va bien, ya que han intentado matarse varias veces, y pudieron lograrlo si no fuera que alguno de los adultos llegara a tiempo, pero se quedaban sin opciones.
(...)
—¡No! ¡No pienso cuidar a ese costal de pulgas!— Exclamó el gatito molesto.
Su dueño se cruzo de brazos mirándolo fijamente.—Uno, mas respesto a Mike, y dos, no es una pregunta Acenix, además, Mike ya esta dormido solo tienes que vigilarlo de vez en cuando y cuidar de la casa por un rato solamente.
—¿Me viste cara de niñera?— Preguntó irónico el felino.
—Nop, te veo cara de gato con picazón de pulgas.
El felino gruñó viendo amenazante a víctor, se negaría a cumplir ese favor.
—Porfavor, este será de los únicos favores que te pediré.— Víctor tiene muy en claro el tipo de relación que tienen Mike y Acenix, pero sabía que muy en el fondo del corazón de Acenix sentía, al menos un poco, de cariño hacia Mike.
Acenix volvió a gruñir y se cruzo de brazos desviando su mirada.—Uhg...Bien, pero que quede claro, este será el único favor que te concederé.
Una sonrisa se formó en el rostro de víctor, y después de un rato se despidieron víctor y Trollino, pero antes víctor dijo.—Porfavor cuida de Mike, es lo único que te pido Acenix.
Acenix no contestó ante eso ni dirigio la mirada, solo escucho como la puerta se cerraba. Buscó algo que hacer que no sea cuidar del can, pero no había nada.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar un quejido proviniendo de la habitación de Mike.
Curioso, Acenix se acercó y escucho más quejidos y al final llantos...¿Acaso estaba llorando?
