🤎Parte 2🤎

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al día siguiente 

Yamel se despertó con el primer rayo de sol que se colaba por la ventana, marcando el comienzo de un nuevo día. Con un leve estiramiento y una sonrisa en el rostro, se levantó de la cama, dispuesta a comenzar la jornada con la misma rutina que el día anterior, pero con algunas variaciones que la hacían sentir renovada.

Se dirigió al baño para realizar su ritual matutino. La ducha cálida la despertó completamente, y el agua fresca le dio la energía necesaria para enfrentar el día. Después, se dedicó a su rutina de cuidado de la piel, aplicando con esmero sus productos de skincare. Esta vez, en lugar de los productos de siempre, decidió probar una nueva crema hidratante que había comprado recientemente, esperando que le brindara un toque especial de frescura.

A continuación, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno. Esta mañana, optó por un cambio de menú. En lugar del sándwich que había disfrutado el día anterior, preparó una tostada con aguacate, tomate y un toque de queso feta, acompañada de un batido de frutas frescas que incluía mango, plátano y espinacas. El aroma del aguacate tostado y la vibrante mezcla de colores del batido hicieron que el desayuno fuera una experiencia alegre y revitalizante.

Con el estómago satisfecho, Yamel se preparó para su día en la universidad. Se probó un conjunto nuevo que había estado guardando para una ocasión especial. 

Con el nuevo atuendo bien ajustado y un toque de perfume floral, Yamel se miró en el espejo, satisfecha con el resultado

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Con el nuevo atuendo bien ajustado y un toque de perfume floral, Yamel se miró en el espejo, satisfecha con el resultado. El cambio en su ropa y desayuno reflejaba su deseo de empezar el día con energía renovada y optimismo. Se sintió lista para enfrentar el día universitario con un nuevo estilo y una actitud positiva.

Antes de salir, se dio un último vistazo a su entorno, asegurándose de que todo estuviera en orden para el día que le esperaba. Con una sonrisa y una última mirada al reloj, se dirigió a la universidad, sintiéndose lista para lo que el día le deparara.

Mientras Yamel se dirigía a la universidad, disfrutando del fresco aire matutino, notó a dos chicas caminando a su lado. Ambas estaban claramente en camino hacia el campus, y Yamel se sorprendió al reconocerlas de una actividad universitaria reciente. La primera chica era de estatura alta , con un cabello rizo y negro y su expresión era más reservada. La segunda, un poco más baja que la primera, llevaba el cabello lacio y su risa era contagiosa , muy amigable.

A medida que se acercaba a ellas, Yamel decidió hacer un esfuerzo por ser amigable y sociable. A veces, los primeros días de universidad podían sentirse solitarios y un pequeño gesto podía marcar la diferencia. Se acercó con una sonrisa cálida.

—¡Hola! —dijo Yamel con entusiasmo—. ¿Cómo están? Me llamo Yamel. Creo que las he visto en algunas de las actividades del campus.

La chica más baja, que parecía estar a un paso de la otra, giró la cabeza hacia Yamel.

—¡Hola, Yamel! Soy Ana —respondió la chica con una sonrisa medio fingida —. Esta es Mia, mi amiga. Estamos en la misma clase de química que tú.

Mia, la chica de estatura media, asintió y le ofreció una sonrisa muy amigable.

—¡Encantada de conocerte, Yamel! —dijo Mia—. ¿Cómo te ha ido hoy? Estábamos justo hablando sobre cómo nos estamos adaptando a nuestras nuevas clases.

Yamel se sintió aliviada al ver la calidez en la respuesta de Mia y la amabilidad en el rostro de Ana. Se unió a la conversación mientras caminaban hacia la universidad.

—¡Mi día ha sido bastante bien hasta ahora! —respondió Yamel—. Empecé el día con un desayuno delicioso y me preparé con un nuevo atuendo. ¿Qué tal la clase de química? ¿La están disfrutando?

Ana y Mia compartieron una risa ligera. Ana comentó sobre cómo estaba encontrando el curso interesante pero desafiante, mientras que Mia expresó su entusiasmo por la química, mencionando que siempre había sido una materia que le apasionaba.

La conversación fluyó de manera natural mientras avanzaban juntas hacia el campus. El tiempo se pasó volando, y Yamel se dio cuenta de que su pequeño gesto de iniciar una conversación había hecho que su caminata hacia la universidad fuera mucho más agradable. Se sintió agradecida por la oportunidad de conocer a Ana y Mia, y por la compañía que sin duda haría que el día fuera aún mejor.

Al llegar a la universidad, el bullicio del campus se hacía más palpable. Los estudiantes se apresuraban de un lado a otro, y el sonido de las conversaciones y los pasos resonaba en el aire fresco de la mañana. Yamel y sus nuevas compañeras, Ana y Mia, se encontraron en la entrada principal, justo antes de que sus caminos se separaran para ir a clases diferentes.

Yamel sintió una ligera mezcla de satisfacción y curiosidad mientras las tres chicas se detenían momentáneamente para despedirse. Mia, con su carácter vibrante y contagioso, se despidió con una sonrisa amplia y un gesto amigable.

—¡Nos vemos después, Yamel! —dijo Mia, dándole un pequeño abrazo en el aire. Su entusiasmo era evidente y su alegría era contagiosa. Era fácil ver que tenía una personalidad extrovertida y cálida, lo que hacía que la conversación con ella fuera fluida y divertida.

Ana, en cambio, parecía un poco más reservada. Aunque también era un poco  amable , su despedida fue más breve y formal. Se inclinó ligeramente hacia adelante en un gesto de despedida y sonrió, pero sus ojos mantenían una expresión más seria y distante.

—Nos vemos en clase, Yamel —dijo Ana, su tono era cortés pero contenía una cierta distancia. Su manera de actuar reflejaba una naturaleza más reservada y calculadora, en contraste con la vivacidad de Mia. Era evidente para Yamel que Ana mostraba menos de sus sentimientos y parecía mantener una barrera emocional.

Yamel observó cómo las dos chicas se alejaban en direcciones opuestas, reflexionando sobre sus primeras impresiones. Sentía que Mia, con su actitud alegre y abierta, había sido una compañía refrescante y estimulante, mientras que Ana, aunque no menos amable, tenía una manera más reservada y cautelosa de interactuar. Era evidente que las dos tenían personalidades muy diferentes, y Yamel se preguntó cómo se desarrollaría su relación con ellas a medida que pasara el tiempo.

Con una sonrisa para sí misma, Yamel se dirigió hacia su propia clase, reflexionando sobre la diversidad de personas que estaba conociendo en la universidad. Sentía que había dado el primer paso para formar nuevas amistades y estaba ansiosa por ver cómo se desarrollarían estas nuevas conexiones en los próximos días.

♥"Más Allá de la Traición"♥Where stories live. Discover now