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Obviamente Alastor invito a su vecino a entrar a su casa ofreciéndole una taza de té. El rubio se veía inclusive más acabado qué el y parecía estar luchando por mantenerse despierto una vez que el castaño se sentó junto a él en el sofá de la sala.

— El y yo fuimos pareja como por 2 años, sin embargo era muy violento y a menudo amenazaba con suicidarse si no me quedaba junto a él.– Lucifer aprieta la taza entre sus manso, como si estuviera viviendo nuevamente aquellos sucesos.– Teníamos 16 años en ese entonces; Paso el tiempo, me fui del pueblo donde nos conocimos y vine a vivir aquí. Me case con una mujer realmente encantadora y tuvimos una hija.— Decir lo último hizo sonreír a Lucifer.

— ¿Y donde están ellas?— La pregunta de Alastor hace que el rubio deje de sonreír y dentro de el se siente mal por haberle provocado quizás recordar algo que no quería.

— Cuando Adam volvió a acosarme lanzó un ladrillo a la ventana donde creyó que dormíamos mi esposa y yo, pero era el cuarto de nuestra hija. Eso fue suficiente para que ella tomara la decisión de separarnos y llevarse a mi pequeña a otro lugar.– Suspiro dejando salir un pequeño sollozo.– Eso fue hace un año... no he sabido nada de ellas desde entonces.—

— Lo lamento..—

Lucifer deja la taza de té en la mesita de la sala y con ambas manos se limpia su rostro lleno de lágrimas. Alastor nunca a entendido bien como reconfortar a la gente pero se acerca a el y con un poco de temblor lo abraza con un solo brazo.
Eso fue suficiente para que el rubio se derrumbase y se lanzará a Alastor abrazándolo mientras seguía llorando.

— ¿Por qué...? ¿Por qué me hace esto?— Su voz se esconde entre el pecho de Alastor y este no puede evitar sentir pena por el acariciando con suavidad su espalda para calmarlo.

Pasan así por al menos otros 5 minutos hasta que el rubio se calma y se recompone sentándose de nuevo a como estaba originalmente.

— Perdona eso.. —

— No se preocupe.—

— No me hables de 'usted' me hace sentir viejo.— Se anima a bromear Lucifer.

— Pero no entiendo, con ese contexto creo que ahora comprendo el porque lo acosa. ¿Pero porque también a mi?—

— Creo que tengo una pequeña teoría.– Alastor se recarga en el sofá listo para escuchar.– ¿Recuerdas esa vez que entre todos los vecinos hicimos un pequeño festejo por el día de San Valentin?, bueno esa vez recibí un pequeño regalo tuyo así que supongo que desde ahí empezó a tomarte odio. El es celoso, mucho, cualquier mínima cosa que hagan por mi lo hace ponerse mal.—

— Es un enfermo..—

— Además tal vez supuso que había algo entre nosotros.. digo, eres bastante guapo y muy encantador.— Suelta sin más Lucifer y esto hace que Alastor solo se ponga sonrojado.

— Oh.. Mu-Muchas gracias.—

— ¿Vives solo aquí muchacho?– Pregunta Lucifer levantándose y viendo el lugar, Alastor tenía poca cosas en toda su casa más que nada porque no se llevó nada de su antigua casa, a lo mucho solo ropa y retratos familiares pero todo lo demás muebles los había conseguido de a poco en remates o a bajo costo.– Muy mininalista.—

— Gracias, nunca me ha gustado sobrecargar un espacio con cosas de más.—

— Quizás ocupo esa mentalidad en la mía, es un desorden completo.– Suelta una risa el rubio volteando a mirar al castaño.– Hablando de mi casa, debo regresar ahora.—

Lucifer se encaminó a la puerta para salir, cuando Alstor vio eso rápidamente se levantó y llegó a la entrada para abrirla el mismo.

— Espero tenga un buen día.— Le dedica una sonrisa tímida Alastor.

Terrible Casualidad - One Shot RadioAppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora