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Conocerte no puede ser tan malo (05/10)

A medida que pasaba el tiempo, la tension entre ambos solo crecia, sus rostros estaban tan cerca que podían sentir el calor de la piel del otro. Cada vez era más dificil ignorar el dulce aroma de las feromonas del omega mezcladas con las suyas. Tal vez, la barrera que habia puesto se habia resquebrajado un poco.

Habia una posibilidad.

Con eso en mente, el impulso que habia estado reprimiendo desesperadamente se desató en un instante. Sin previo aviso, el alfa se inclinó hacia adelante y besó al pelinegro como si su vida dependiera de ello. No habia nada que se lo impidiese, total, solo eran ellos dos.

El primer contacto fue suave, sus labios apenas rozaron, el omega quedó inmóvil al principio, pero pronto se dejó llevar. De un momento a otro, Yahwi habia tomado el control de la situación, volviendo el beso exigente. No tardó mucho en adaptarse a su ritmo.

Las piernas de Yahwi rodearon la cintura del alfa, buscando aferrarse a él mientras el beso se intensificaba cada vez más. Caín lo levanto con delicadeza, la presión de sus labios y la forma en que sus piernas se envolvían alrededor de su torso hacían que su deseo por él solo incrementara.

Guiandolo hacia la estrecha cama, incrementó su agarre para evitar que el omega cayera. El colchón crujió bajo el peso de ambos. Las manos del pelinegro se aferraron al cabello del rubio, tirando con fuerza mientras sus cuerpos se acoplaban.

Cuando la presión se volvió insoportable, se separó apenas un instante, sus ojos verdes observavan el rostro del omega quedando casi hipnotizado por la obra que presenciaba.

- Yahwi... - murmuró con la respiracion entrecortada aun manteniendo sus manos en su delgada cintura. El omega quien también respiraba con dificultad, volvió a inclinarse hacia adelante, besándolo como si buscara silenciar cualquier duda.

Pero, como todo lo bueno, el momento fue interrumpido por el vibrar insistente de un teléfono. Al principio, lo ignoraron, inmersos en el calor y la proximidad de sus cuerpos. Sin embargo, la llamada no cesaba. Caín dejó escapar un gruñido frustrado, mientras Yahwi se apartaba.

- Ignóralo... - murmuró mientras intentaba atraer al omega de nuevo hacia él.

- Podría ser importante - respondió el omega alejándose lo justo para poder responder la llamada..

Caín desvió la mirada, fingiendo desinterés mientras trataba de contener su molestia.

- No creo que sea el momento... - dijo manteniendo un tono sereno esperando convencerlo, pero Yahwi ya había deslizado el dedo por la pantalla para contestar.

- ¿Qué pasa? - preguntó el omega, con su habitual tono monótono como si no hubiera estado bajo Caín hace apenas unos segundos.

La voz al otro lado de la línea parecia agitada, apenas podía oír lo que decía, pero por la expresion de seriedad en la cara del omega, sabía que esto no acabaría pronto.

- ¿Qué hizo Jooin? - preguntó el pelinegro mientras se alejaba por completo del alfa, sentándose al borde de la cama. A medida que la conversacion transcurria, el omega asentía en silencio, escuchando atentamente cada palabra que decia, de pronto, dejó escapar un suspiro de resignacion.

- Está bien... Iré por él.- dijo para total sorpresa de Caín, quien no pudo evitar sentirse celoso. El nombre de Jooin, nunca antes le habia causado tanta molestia, parecia casi irreal que hubiese llegado hasta este punto gracias a él.

El sonido del fin de la llamada lo sacó de sus pensamientos. El pelinegro se puso de pie y guardó su telefono en el bolsillo de su bomber mientras comenzaba a arreglar su ropa.