Parte VIII

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A la mañana siguiente, Sanji se levanta al amanecer, como de costumbre. Deja a Zoro durmiendo, coge una ropa interior nueva de su cajón y se la pone. Sanji se dirige al baño para asearse y luego va al salón, coge las copas de vino aún llenas, así como el cigarrillo desechado junto a la ventana, dirigiéndose a la cocina. Enciende la cafetera y mira el móvil mientras espera a que hierva el agua.

Hay dos mensajes, uno de Usopp y otro de Nami.

como te fueeee, dice el mensaje de Usopp.

Sanji sonríe y abre el chat de Nami.

oh dios mio y se fueron juntos!!!!!!!! por favor dime que salio bien

Sanji contesta a ambos con un sí, estamos bien y deja su teléfono junto al mostrador. Después de todo, ninguno de sus amigos estaría despierto a estas horas de un domingo.

Se concentra en hacer cafe, aunque sabiendo que Zoro probablemente no se despertaria hasta dentro de dos horas y el cafe podría no estar caliente cuando lo haga. Ah, bueno. Sanji coge su taza y se va al salón, cogiendo su cenicero de camino al sofá. Necesita su primer cigarrillo del día.

Mientras enciende su cigarrillo, Sanji se relaja en el sofa y recuerda la noche anterior. Sonríe para si, satisfecho, y se pierde en sus pensamientos. El rubio se rasca la barba incipiente y se pasa la mano por el cuello, el recuerdo de los labios de Zoro en la zona es suficiente para darle calor. Recuerda el sabor de su piel, los sonidos que hizo Zoro al correrse, su mirada tras el clímax. Sanji sonríe, feliz de haber complacido a su alma gemela.

Se levanta y se acerca a la ventana, trayendo consigo su café. El sol esta saliendo en el cielo, las nubes de un naranja vibrante. Sanji está tan relajado que se plantea volver a la cama y dormir un poco más. Pero entonces, oye el crujido del colchón en su habitación, el susurro de las sábanas y a Zoro yendo hacia el baño. Se sorprende, ya que Zoro tiende a dormir más de lo que está despierto, especialmente durante los fines de semana, pero Sanji supone que sólo está usando el baño y luego volverá a dormir. Tal vez el cocinero le acompañe. De todas formas, no hay nada planeado para hoy.

Zoro, sin embargo, tiene otros planes. Sale del baño y va al salón, donde encuentra a Sanji fumando junto a la ventana. Lo abraza por detrás y apoya la barbilla en su hombro. La brisa de la mañana hace que su piel, aún caliente por el sueño, se estremezca. Abraza a Sanji con más fuerza.

"Es demasiado temprano, vuelve a la cama". Dice, con la voz todavía ronca por el sueño.

Las manos de Sanji se deslizan sobre los brazos de Zoro, manteniéndolos allí mientras se gira para besar la sien de su amante.

"He hecho café".

Zoro gruñe, hundiendo la cara en el cuello de Sanji. Murmura contra la piel: "Volvamos a dormir".

Sanji se ríe. "Musgo perezoso".

"¿Qué, tienes planes para hoy?"

Sanji se da la vuelta en los brazos de Zoro, con una sonrisa de suficiencia en la cara mientras sujeta el rostro del hombre de pelo verde con una mano, acariciándole las mejillas con el pulgar. Zoro se inclina contra el contacto, cierra el ojo un momento y besa la palma de Sanji antes de volver a mirarle con una suave sonrisa en los labios.

"Si, quiero. Volvamos a la cama y te lo explicaré".

Zoro sonríe, tomando los labios de Sanji en un beso.

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En junio, el barco de Luffy atraca en el puerto y Franky invita a todos a su casa para dar una fiesta sorpresa. Sanji y Zoro llegan juntos, contando con que Ace lleve a Luffy hasta allí, bajo la perspectiva de una pequeña cena con Franky, Robin y Jinbe, de la que Sanji descubre que resulta ser amigo de ambos hermanos. Hasta aquí, una excusa convincente.

honey, you're familiar (like my mirror, years ago) - ZosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora