レズ " Una madre soltera. Tres adolescentes. Una criada.
Cuándo lentamente empiezas a formar parte de una familia que sabes bien que no te necesita realmente, debes estar dispuesto a aceptar las consecuencias que esto trae consigo.
Este es el caso de...
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Haerin se removía incómodamente en su cama, sus ojos cerrados y el ceño fruncido, pues, su intento de dormir no estaba funcionando para nada.
Soltó un gruñido de fastidio y se sentó en su cama, encendiendo la lampara a su lado en la mesita de noche. Odiaba dormir fuera de su casa por esa razón; le resultaba imposible pegar un ojo.
Vió a su lado instintivamente, dónde su hermana Roseanne dormía plácidamente boca arriba usando una mascarilla facial. Soltó un bufido automático al verla.
Finalmente optó por levantarse y salir de la habitación silenciosamente. Ellas pasarían una semana entera en la isla, actualmente viviendo en una enorme casa vacacional ubicada a tan sólo cinco minutos de la playa. Su madre es quién había planeado esas muy necesitadas vacaciones para todos ellas.
Lo que estaba fastidiando mucho a Haerin era el hecho de que aquella molesta chica tuviera que acompañarlas hasta ahí, cuándo se suponía que durante esa semana ella no tendría que trabajar.
Había esperado deshacerse de ella todos esos días pues realmente había creído que iría a visitar a su familia, no infiltrarse en sus vacaciones familiares.
Bajó las escaleras y encendió las luces de la cocina. Abrió el refrigerador en busca de agua fría, por lo que se sirvió en un vaso de vidrio que alcanzó con facilidad y bebió hasta que su boca dejó de sentirse reseca. Se volteó para dejar el vaso que usó en el fregadero, pero alcanzó a escuchar unos pasos en la entrada de la cocina, indicándole que alguien más estaba despierto.
Haerin se volteó con curiosidad, encontrándose con nadie más que Kim jodida Jisoo.
Su ceño se frunció automáticamente, no molestándose en aparentar frente a la chica que llevaba viviendo con ellas ya más de un año.
—No creí que habría alguien despierto.— dijo Jisoo, sonriendo con algo de vergüenza.
Haerin la escaneó por unos segundos y se dió cuenta que nuevamente se encontraba vistiendo ropa un poco reveladora para una chica normal, aunque siendo sinceros, no llegaba a ser lo suficiente para espantarla a ella o a sus hermanas.
Pero Haerin sabía cuáles eran sus intenciones.
Esa idiota lo que quería era seducir a su madre, mostrando piel de más y caminando por ahí cómo si no supiera lo que hace.
Es que no podía odiarla más.
—Hazte a un lado.— dijo con molestia, pasando por su lado y chocando con su hombro adrede.
Jisoo soltó un suspiro y se volteó para enfrentar a la menor de la otra familia Kim. La verdad es que desde que llegó a su casa, esa pequeña parecía guardarle un odio enorme, aunque no supiera exactamente qué había hecho mal para hacerla odiarla.
De las tres hermanas, con la que parecía ser más cercano era Minjeong, pero aún así pasaba mucho tiempo con Roseanne y solían hablar de sus series o tendencias favoritas, pues ambas parecían compartir gustos similares. Ella les tenía mucho cariño a las mellizas. Solía llamar "pequeña" a Minjeong y "linda" a Roseanne, pues realmente las apreciaba mucho y le parecían de lo más tierno.
