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La puerta de su oficina fue abierta repentinamente

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La puerta de su oficina fue abierta repentinamente. Jennie levantó su cabeza y se encontró con la figura de Jisoo, por lo que automáticamente sonrió.

Jisoo apenas correspondió su sonrisa, pero Jennie creyó haber visto mal.

—¿Jisoo? ¿Qué haces aquí?— preguntó al verla sin traer consigo algún utensilio de limpieza, cómo acostumbraba usar cómo excusa para invadir su oficina mientras trabajaba.

Jisoo no dijo nada. Ella se veía realmente diferente desde que viajaron a aquella isla. Se comportaba más distante con ella y con las niñas. Mientras todavía estaban de vacaciones, muchas veces rechazó salir de su habitación para evitar pasar tiempo con ellas. Considerando cuánto adoraba Jisoo el mar, eso se le hizo sumamente extraño a Jennie, pero supuso que solamente se encontraba realmente exhausta por todas las clases y el trabajo que tenía que realizar diariamente. Darle un poco de espacio y dejarla descansar era lo que menos podía hacer por ella.

Sin embargo cuándo regresaron, ella estuvo igual de distante y la evitaba a cada momento, menos cuándo tuvo que servirle el desayuno esa misma mañana.

Jennie no quería sonar muy inapropiada, pero algo que también había notado hoy y que realmente le resultaba sumamente extraño, es que su joven empleada estaba vistiendo ropa completamente diferente a la que solía usar estando en casa. Portaba una camiseta blanca, una chaqueta de mezclilla con bordes negros y jeans rotos, su cuerpo completamente cubierto a excepción de sus rodillas.

A ella nunca le molestó que Jisoo se vistiera cómo quisiera mientras trabajaba. Claro que le habría puesto un alto si es que llegaba a ser muy revelador, pues, seguía viviendo con tres menores de edad. Pero ella nunca fue excesivo. Simplemente fue lo suficientemente atrevida y capaz de presumir sus maravillosas curvas sin necesidad de vestir mucho o muy poco. Un esfuerzo que Jennie se encargaba de apreciar de más con su mirada.

Un papel se deslizó por su escritorio y la sonrisa de Jennie se esfumó en cuánto supo de que se trataba.

—¿Jisoo?

—Mi carta de renuncia, señora Kim.— finalmente habló, su voz sonando monótona. Jennie levantó la vista y sus ojos estaban desorientados, buscando una explicación.—Gracias por haberme dado la oportunidad de trabajar para usted.

Jennie se levantó. —Jisoo, ¿qué-...? ¿P-por qué estás renunciando? ¿A qué se debe esto?

Jisoo tragó con fuerza.

—Se me presentó una nueva oportunidad y yo, bueno..., no quiero ser una criada toda mi vida.— sus ojos viajaron a los suyos, Jennie tratando de encontrar la honestidad en ellos.

Jisoo soltó una pequeña risa tonta al ver que la mayor no parecía dispuesta a aceptar que se fuera. O simplemente no podía encontrar las palabras adecuadas para decir.

Agachó su cabeza y susurró. —También deseo concentrarme más en mis estudios. Y lamentablemente eso no se puede lograr al vivir con ustedes.

Jennie pareció entender lo que decía, sin embargo, su expresión de desesperación no cambió en ningún momento. Porque ella simplemente no estaba dispuesta.

family issues ♡ jensoo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora